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Antes de nacer negociamos con unas entidades de luz
lo que será nuestra próxima existencia.
Uno no consigue lo que se merece sino lo
que aprender a negociar.
lo que será nuestra próxima existencia.
Uno no consigue lo que se merece sino lo
que aprender a negociar.
Este ejercicio de conexión con la memoria de nuestras vidas
pasadas lo podemos hacer acostados en el suelo o sentados, eso ya dependerá de
nuestra comodidad. Si estamos acostados: talones juntos y brazos relajados
ubicados sobre el suelo a los lados del cuerpo, colocando las palmas hacia arriba.
Si escogemos estar sentados para este ejercicio, nos ponemos con la columna
recta, talones juntos, las palmas de las manos relajadas sobre nuestras piernas
puestas hacia arriba una encima de la otra, pulgares se tocan.
Vamos a tomar tres respiraciones lentas y profundas, por la nariz, inhalando, reteniendo y exhalando… Lentamente, lo más lentamente posible. Y vamos sintiendo todos, oleadas de energía que van subiendo desde los pies a la cabeza, relajando nuestro cuerpo como si lo acariciáramos con las manos físicas.
Vamos masajeando huesos, músculos, tendones y ligamentos, acariciando nuestros pies y las piernas, masajeando nuestros órganos internos, devolviéndoles su normal funcionamiento…Poco a poco vamos a dejar de sentir nuestro cuerpo, relajándolo completamente... Sólo sentiremos esta agradable sensación de paz y de armonía, que durara todo el tiempo que nosotros así lo permitamos.
Ningún ruido, ni aún la voz que están escuchando, interferirá el proceso de relajación sino que por el contrario, todo nos ayudará a relajarnos, más y más.
Aprovechando que estamos completamente relajados, vamos a concentrar nuestra atención en el entrecejo. Visualizamos entonces un túnel mental, y nos proyectamos a través de él,
Valiéndonos de que estamos totalmente relajados, mantendremos la atención en el entrecejo, dejando que la imagen del túnel mental nos proyecte por el océano del espacio. Observamos la infinidad de estrellas, y avanzaremos por este vórtice que nosotros mismos estamos generando, girando en sentido antihorario, de tal manera que van viniendo a nuestra mente las imágenes y las sensaciones de todo cuanto vivimos el día de hoy, desde que nos levantamos hasta este preciso momento.
Mantendremos todos la respiración lenta y profunda, mientras seguimos girando mentalmente, y vamos evocando las imágenes de cuanto vivimos el día de ayer, luego lo de hace dos días, lo de hace una semana; seguiremos con lo que vivimos hace dos semanas, hace un mes, hace seis meses, hace un año…¿Dónde estábamos nosotros hace un año? ¿Qué sentíamos?...
Seguimos girando y se van sucediendo las imágenes de hace dos años, cinco años atrás, diez años, veinte años…Poco a poco se van sucediendo las imágenes de nuestra juventud, de nuestra adolescencia, de nuestra niñez y de la infancia…Vamos a ir llegando al momento mismo de nuestro nacimiento.¿Qué sentimos?¿qué recordamos de aquel momento?
De un momento a otro nos sentimos dentro del vientre materno. Es una sensación de paz y seguridad.
Seguimos avanzando y nos proyectamos dos meses antes de nacer a ésta última encarnación, luego seis meses antes… ¿Dónde estábamos?
Ahora nos encontramos un año antes de nacer en ésta última encarnación…De un momento a otro recuperamos la imagen en nuestra mente del túnel mental y vamos proyectándonos hacia una luz al final del túnel. Se van sucediendo las imágenes…De pronto observamos un cielo estrellado que pareciera estar descendiendo encima nuestro, convirtiéndose de pronto en cientos de miles o millones de esferas de diferentes colores no más grandes que el tamaño de una pelota de ping pong sus pendidas en el aire. A nuestros pies aparece un cántaro o una jarra, nos fijamos el color, el material del que esta hecha y hasta su forma. Tomamos el cántaro o jarra entre nuestras manos y vamos a cosechar algunas de esas esferas metiéndolas dentro de la jarra o cántaro. Nos fijamos el número y los colores de esferas que colocamos dentro.
De pronto observamos la llegada de una procesión de seres de luz, uno de los cuales toma algunas esferas entre sus manos e igualmente nos la coloca dentro del cántaro o jarra. Nos fijamos bien el color y el número de esferas que este ser de luz colocó dentro.
Quedamos por un momento en silencio observando y sintiendo…
Vamos retornando girando a través del túnel mental en el sentido de las manecillas del reloj a través del túnel mental …
Vamos volviendo hasta el momento mismo de nuestra concepción , sintiéndonos nuevamente dentro del vientre materno…Seguiremos hasta el instante del nacimiento, lo sentimos…¿Qué recordamos?¿ Qué sentimos?
Se van sucediendo delante nuestro las imágenes y sensaciones de la niñez…De nuestra adolescencia… De la juventud. Poco a poco vamos volviendo a través de los años de la presente existencia al momento actual de nuestras vidas.
Todos vamos retornando a través del túnel mental girando en el sentido horario, hasta que llegamos exactamente al momento presente. Vamos retornando, de tal manera que al término de tres habremos vuelto, estaremos completamente concientes y relajados, libres de toda tensión en perfecta paz y armonía.
Tomamos todos una respiración lenta y profunda, inhalamos…Retenemos…Y al exhalar por la nariz visualizamos en nuestra mente el número uno, y con él vamos a ir volviendo de tal manera que sentimos nuestro cuerpo, relajado y libre de tensión. Tomamos una segunda inhalación, inhalamos…Retenemos… y al exhalar, con el número dos que visualizamos en nuestra mente, poco a poco tomamos conciencia del lugar donde nos encontramos.
Por tercera vez inhalamos…Retenemos…y al exhalar visualizamos en nuestra mente el número tres, y abrimos lentamente nuestros ojos, quedándonos todos en paz.
Vamos a tomar tres respiraciones lentas y profundas, por la nariz, inhalando, reteniendo y exhalando… Lentamente, lo más lentamente posible. Y vamos sintiendo todos, oleadas de energía que van subiendo desde los pies a la cabeza, relajando nuestro cuerpo como si lo acariciáramos con las manos físicas.
Vamos masajeando huesos, músculos, tendones y ligamentos, acariciando nuestros pies y las piernas, masajeando nuestros órganos internos, devolviéndoles su normal funcionamiento…Poco a poco vamos a dejar de sentir nuestro cuerpo, relajándolo completamente... Sólo sentiremos esta agradable sensación de paz y de armonía, que durara todo el tiempo que nosotros así lo permitamos.
Ningún ruido, ni aún la voz que están escuchando, interferirá el proceso de relajación sino que por el contrario, todo nos ayudará a relajarnos, más y más.
Aprovechando que estamos completamente relajados, vamos a concentrar nuestra atención en el entrecejo. Visualizamos entonces un túnel mental, y nos proyectamos a través de él,
Valiéndonos de que estamos totalmente relajados, mantendremos la atención en el entrecejo, dejando que la imagen del túnel mental nos proyecte por el océano del espacio. Observamos la infinidad de estrellas, y avanzaremos por este vórtice que nosotros mismos estamos generando, girando en sentido antihorario, de tal manera que van viniendo a nuestra mente las imágenes y las sensaciones de todo cuanto vivimos el día de hoy, desde que nos levantamos hasta este preciso momento.
Mantendremos todos la respiración lenta y profunda, mientras seguimos girando mentalmente, y vamos evocando las imágenes de cuanto vivimos el día de ayer, luego lo de hace dos días, lo de hace una semana; seguiremos con lo que vivimos hace dos semanas, hace un mes, hace seis meses, hace un año…¿Dónde estábamos nosotros hace un año? ¿Qué sentíamos?...
Seguimos girando y se van sucediendo las imágenes de hace dos años, cinco años atrás, diez años, veinte años…Poco a poco se van sucediendo las imágenes de nuestra juventud, de nuestra adolescencia, de nuestra niñez y de la infancia…Vamos a ir llegando al momento mismo de nuestro nacimiento.¿Qué sentimos?¿qué recordamos de aquel momento?
De un momento a otro nos sentimos dentro del vientre materno. Es una sensación de paz y seguridad.
Seguimos avanzando y nos proyectamos dos meses antes de nacer a ésta última encarnación, luego seis meses antes… ¿Dónde estábamos?
Ahora nos encontramos un año antes de nacer en ésta última encarnación…De un momento a otro recuperamos la imagen en nuestra mente del túnel mental y vamos proyectándonos hacia una luz al final del túnel. Se van sucediendo las imágenes…De pronto observamos un cielo estrellado que pareciera estar descendiendo encima nuestro, convirtiéndose de pronto en cientos de miles o millones de esferas de diferentes colores no más grandes que el tamaño de una pelota de ping pong sus pendidas en el aire. A nuestros pies aparece un cántaro o una jarra, nos fijamos el color, el material del que esta hecha y hasta su forma. Tomamos el cántaro o jarra entre nuestras manos y vamos a cosechar algunas de esas esferas metiéndolas dentro de la jarra o cántaro. Nos fijamos el número y los colores de esferas que colocamos dentro.
De pronto observamos la llegada de una procesión de seres de luz, uno de los cuales toma algunas esferas entre sus manos e igualmente nos la coloca dentro del cántaro o jarra. Nos fijamos bien el color y el número de esferas que este ser de luz colocó dentro.
Quedamos por un momento en silencio observando y sintiendo…
Vamos retornando girando a través del túnel mental en el sentido de las manecillas del reloj a través del túnel mental …
Vamos volviendo hasta el momento mismo de nuestra concepción , sintiéndonos nuevamente dentro del vientre materno…Seguiremos hasta el instante del nacimiento, lo sentimos…¿Qué recordamos?¿ Qué sentimos?
Se van sucediendo delante nuestro las imágenes y sensaciones de la niñez…De nuestra adolescencia… De la juventud. Poco a poco vamos volviendo a través de los años de la presente existencia al momento actual de nuestras vidas.
Todos vamos retornando a través del túnel mental girando en el sentido horario, hasta que llegamos exactamente al momento presente. Vamos retornando, de tal manera que al término de tres habremos vuelto, estaremos completamente concientes y relajados, libres de toda tensión en perfecta paz y armonía.
Tomamos todos una respiración lenta y profunda, inhalamos…Retenemos…Y al exhalar por la nariz visualizamos en nuestra mente el número uno, y con él vamos a ir volviendo de tal manera que sentimos nuestro cuerpo, relajado y libre de tensión. Tomamos una segunda inhalación, inhalamos…Retenemos… y al exhalar, con el número dos que visualizamos en nuestra mente, poco a poco tomamos conciencia del lugar donde nos encontramos.
Por tercera vez inhalamos…Retenemos…y al exhalar visualizamos en nuestra mente el número tres, y abrimos lentamente nuestros ojos, quedándonos todos en paz.
Explicación del ejercicio:
Este
ejercicio nos ubica en el momento mismo de la negociación con los Señores del
Karma o los Guardianes del Destino. Nos encontramos proyectados al momento
anterior al nacimiento, precisamente antes de que se nos asigne el nuevo cuerpo
fìsico y el contesto donde naceremos, creceremos, viviremos y nos
relacionaremos,
La negociación kàrmica si bien esta en función de nuestros méritos de vidas anteriores, siempre tiene un componente de libre albedrío, decisiones y aceptación. Decidir sobre lo que queremos y debemos progresar y superar, así como la aceptación de procesos no superados que deben ser asumidos y realizados para dar pasos más comprometidos y así, seguir avanzando y evolucionando.
El simbolismo del ejercicio nos remite al momento de escoger las características de nuestra siguiente existencia a través de las esferas de luz. Por ello era muy importante visualizar el número de esferas escogidas y el color o los colores de las mismas. También importante estar conciente de las esferas que nos aporta el ser de luz en cuanto a número y color, porque ello simboliza las cualidades y aspectos que deberemos trabajar en la nueva existencia.
Por ejemplo siete esferas escogidas por nosotros simbolizarían según la numerología: “perfección”. Estaríamos escogiendo perfeccionarnos. Pero, ¿en qué aspectos? Si las esferas eran de variados colores, pues significaría que el trabajo es en diferentes aspectos. Supongamos que el ser de luz nos entregó solo tres esferas y todas ellas doradas, esto podría significar que la presente existencia marcará una síntesis de las anteriores, una experiencia de crecimiento en el amor con sabiduría.
La negociación kàrmica si bien esta en función de nuestros méritos de vidas anteriores, siempre tiene un componente de libre albedrío, decisiones y aceptación. Decidir sobre lo que queremos y debemos progresar y superar, así como la aceptación de procesos no superados que deben ser asumidos y realizados para dar pasos más comprometidos y así, seguir avanzando y evolucionando.
El simbolismo del ejercicio nos remite al momento de escoger las características de nuestra siguiente existencia a través de las esferas de luz. Por ello era muy importante visualizar el número de esferas escogidas y el color o los colores de las mismas. También importante estar conciente de las esferas que nos aporta el ser de luz en cuanto a número y color, porque ello simboliza las cualidades y aspectos que deberemos trabajar en la nueva existencia.
Por ejemplo siete esferas escogidas por nosotros simbolizarían según la numerología: “perfección”. Estaríamos escogiendo perfeccionarnos. Pero, ¿en qué aspectos? Si las esferas eran de variados colores, pues significaría que el trabajo es en diferentes aspectos. Supongamos que el ser de luz nos entregó solo tres esferas y todas ellas doradas, esto podría significar que la presente existencia marcará una síntesis de las anteriores, una experiencia de crecimiento en el amor con sabiduría.
Sixto Paz Wells