El día de la
Crucifixión
En qué fecha murió JESÚS realmente?
Salir en búsqueda de datos confiables sobre el Jesús histórico, no es tarea
fácil, la fuente directa que tenemos a nuestro alcance son los Evangelios
canónicos, del Nuevo Testamento, que son a todas luces insuficientes, ya que es
muy poco realmente lo que nos dicen acerca del Maestro. Sumado a esto tenemos
“el problema de la tradición”, que son las “creencias” mantenidas durante
siglos, sin el menor sustento histórico, ni Bíblico, que no hacen más que
alejarnos de la verdad.
Por otra parte, no debemos descartar lo escrito en los textos “apócrifos”,
que aportan datos que no encontraremos en los canónicos y fundamentalmente
debemos también atender a los datos de la historia, a través de los cronistas
de la época y de los últimos hallazgos de la ciencia.
La primera duda surge al querer saber cuándo nació realmente Jesús, ya que
de eso depende nuestro calendario, sin duda sabemos que no nació un 25 de
diciembre hace 2010 años hoy, de todas formas la fecha real sigue en discusión.
La mayoría de los investigadores se inclinan por el año
7 AC, entre el 15 de marzo y
el 15 de abril, y justo es decir que la información canalizada a través del
contacto extraterrestre (Misión Rahma) que nos da la fecha del 19 de marzo,
encaja sustancialmente con la posición de los historiadores.
Ahora bien, lo que
sí podemos establecer casi con certeza
absoluta, es una fecha para el día de la muerte del Maestro Jesús en
la Cruz, y su resurrección,
tomando para ello las fuentes bíblicas y no canónicas, el calendario hebreo
usado en
la Palestina
en la época de Jesús que con exacta metodología religiosa regulaba la vida de
los judíos y los cálculos astronómicos de la ciencia moderna.
Al momento de la crucifixión sabemos que a) Poncio Pilato era
gobernador de Judea; b) Caifás era Sumo Sacerdote del Sanedrín Juez
supremo en el Templo de Jerusalén y c) Herodes Antipas era tetrarca de
Galilea.
También sabemos, por las escrituras, que una vez crucificado murió a
la hora “nona” (novena) que son las tres de la tarde actuales; que esto ocurrió
el día anterior a la Pascua
(“Peisaj”) judía y que ese día cayó en un viernes.
Si hacemos hoy una proyección de esas fechas, obtenemos ciertamente
que: a) Poncio Pilato fue procurador de Judea entre los años 26 al 36
de nuestra era; b) Caifás fue Sumo Sacerdote del Sanedrín entre los años
18 al 37 de nuestra era; y c) Herodes Antipas gobernó Galilea y Perea desde el
año 6 o 4 hasta el 39 de nuestra era.
Sabemos que los judíos celebran la Pascua el primer día después de la luna llena de
Nisán. Ese mes comenzaba con la luna nueva tras el equinoccio de la primavera.
Tomando éste dato, cronológicamente la Pascua era entonces el día 15 en su calendario.
Siguiendo éste proceso y sin olvidar que el día judío terminaba a
las 6 de la tarde cuando caía el sol, vemos que en aquellos años sólo en dos
ocasiones la Pascua
fue celebrada en Sábado, estas fechas fueron el 8 de abril del año 30 y
el 4 de abril del año 33, para concluir esto debemos calcular con el
calendario romano juliano utilizado en la época, que al ser reformado por
Gregorio en el 1582 eliminó algunos días, lo que resulta efectivamente que las
dos únicas fechas posibles para la crucifixión fueron el 7 de abril del año
30, o el 3 de abril del año 33.
la vida es un regalo de Dios, nos ha sido dada, y solo
se honra dándola
Bien, tenemos ahora dos fechas posibles, ¿por cuál decidirnos?, aunque la
opinión de los expertos está dividida porque ambas tienen argumentos a favor,
cabe expresar que hay elementos que nos permiten decidirnos por el año 33
claramente.
Si leemos diferentes crónicas de la época, de historiadores como Filón
(Phlegon) de Alejandría, Sexto Julio Africano o Thallus, y el “informe Pilato”
citado por Tertuliano, así como también en Hechos de los Apóstoles, se puede
deducir que
el día de la crucifixión de Jesús se produjo un eclipse de
Luna.
Dato que se corrobora hoy con las más avanzadas técnicas de la informática
que nos permiten saber exactamente que el día
3 de Abril del año 33
fue visible sobre Jerusalén un eclipse parcial cuando salía la luna sobre el
horizonte cercano a las 18:20 horas locales, coincidiendo pues con el inicio
del “shabbat” (sábado) judío.
Por otro lado sabemos también que no hubo eclipse en el año 30.
Este dato es muy importante ya que la aparición de la luna daba
comienzo tanto al “shabbat” como a la fiesta de
la Pascua, dicen los cronistas
que la luna apareció en el cielo “teñida de rojo”, y “mordida” por el eclipse,
hecho que para la mentalidad supersticiosa de los hombres de esa época era una
clara “señal” del cielo, de que algo misterioso y sobrenatural había sucedido.
Esto explica lo dicho por Pedro, dando la profecía de Joel cumplida que
advertía de la “luna de sangre”.
Concluyendo podemos afirmar entonces, que si el Maestro Jesús, nació
un 19 de marzo del año 7AC, y murió en la cruz el 3 de abril (14 de nisán) a
las 3 de la tarde (hora nona) del año 33 de nuestra era, tenía 40 años
cumplidos.
Es extraordinario leer la simbología numérica resultante, y para finalizar
diremos que podremos conmemorar los dos milenios exactos de su resurrección en
el año
2033.
Yo soy la
Luz del mundo y hago todas las cosas nuevas
Sin duda fue absolutamente única y extraordinaria la vida del Maestro Jesús,
cuando estuvo entre nosotros, dejándonos la enseñanza espiritual más profunda y
liberadora, mostrándonos con su ejemplo hasta las últimas consecuencias, que la
fuerza más poderosa del Universo, es el AMOR, y que se manifiesta en el ser
humano en su más alta potencia a través del PERDÓN, generando una fuerza tal
que hace que podamos vencer incluso a la propia muerte.
Ahora solamente nos resta honrar su mensaje practicándolo con todo el
corazón, y esperar su segunda venida, como “Él” mismo nos lo prometió…
CARLOS GARCÍA IGLESIAS
On
03.23.10, In Sin categoría, By admin
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Según la información canalizada a través del contacto extraterrestre, el
Maestro Jesús, no solamente resucitó, sino que está vivo, con un cuerpo físico
de 4ª. Dimensión, y se encuentra conviviendo con éstos seres que nos visitan,
para un día no muy lejano retornar como prometió.
Siempre hemos dicho que no basta solamente con la información vía naves
del espacio, es nuestro deber y responsabilidad, buscar corroboración de la misma
de forma objetiva, para ello nos apoyamos también en la ciencia, sobre todo la
de vanguardia, aquella que se atreve a dar un paso más allá de las limitaciones
auto-impuestas por la ortodoxia del sistema dominante.
La sábana (Síndone)
Científicos del Laboratorio de Propulsión Espacial de la NASA, (Jet Propulsion
Laboratory), realizaron sobre la tela todo tipo de estudios, con la más alta
tecnología, los datos obtenidos fueron incorporados a las
computadoras más potentes, y los resultados determinaron totalmente una
única hipótesis, la imagen impresa en la tela solo pudo producirse por “radiación
de energía lumínica”, dicha radiación solo pudo provenir de
una única fuente presente en la tumba, el cuerpo del Maestro.
Pero, ¿qué tipo de fenómeno extraordinario debió producirse en ese
cuerpo para desprender una energía de tan increíble naturaleza?, para dar
respuesta a esta pregunta arribaron a las siguientes conclusiones.
LA
DESMATERIALIZACION
Análisis técnico
NOTA: Todo el proceso dura tan solo un segundo
1º. Aceleración molecular: La materia del cuerpo del
Maestro, comienza a vibrar vertiginosamente, dentro de sus propios límites
espaciales, lo que se llama “hiper-agitación molecular”, acercándose a la
velocidad de la luz (300.000 Kmts./s).
2º. Inversión de masa: Esto produce un campo
electromagnético de “inversión de masa”, cambiando el estado molecular, la masa
del cuerpo del Maestro pierde su propiedad de “peso”, queda ingrávida y empieza
a levitar, esto hace que aumente una vez y media el valor original de la masa y
súbitamente vuelva a cero, transformando la materia en “luz”, produciendo en 1
segundo una energía equivalente a más de 12 millones de gigavatios.
3º. Desmaterialización: Siguiendo las teorías de
Fitzgerald, la elevadísima velocidad alcanzada en todas y cada una de las
moléculas de aquel cuerpo, comprimió la materia hasta hacerla llegar a límites
“adimensionales”, o sea más allá de nuestra 3ª. dimensión, fuera de nuestro
“espacio-tiempo” entrando en el “hiper-espacio”, haciéndola invisible para
nosotros.
4º. Implosión: En ese instante crítico, al
desaparecer el cuerpo de Jesús, el lugar que ocupaba en el espacio quedó
bruscamente
vacío, una burbuja de vacío con la forma y volumen exactos del cuerpo. La
aparición de este vacío originó una fuerte implosión, cuando el aire que
rodeaba el cuerpo ocupó el vacío producido.
En síntesis, lo que se produjo fue muy similar al efecto producido en la
tormenta eléctrica, primero el aire se carga eléctricamente (aceleración), se
produce el rayo (luz), hace su descarga eléctrica (desmaterialización-vacío), y
luego el sonido del trueno (implosión), pero todo esto concentrado dentro de la
tumba.
Está claro que el Maestro Jesús no salió “caminando” de la tumba, por lo que
no necesitaba abrir la puerta, fue el fenómeno descrito, que duró 1 segundo, lo
que provocó que cayera la piedra circular de más de 700 kilos, que cubría la
entrada, y también el pavor y la huida de los soldados romanos que vigilaban el
sepulcro, así como también la impresión del cuerpo en el sudario.
LA MUERTE
Sabemos que la muerte no existe como final, es sólo un paso hacia otro
estado de existencia. De los 7 cuerpos que poseemos lo que muere es el cuerpo
físico (se desintegra), con el correr de las horas también desaparecen, el
cuerpo astral (emociones y deseos) y el ego inferior (el carácter y la
personalidad), que conforman al personaje y no al actor, quien es el que sale
de la obra al morir, liberándose del lastre de la encarnación que vivió.
En el caso del Maestro Jesús, se da un fenómeno absolutamente único,
totalmente excepcional y hasta ahora nunca repetido,
la RESURRECCIÓN.
Ha habido en muchas tradiciones histórico-religiosas varias
“resurrecciones”, incluso en
la
Biblia como Lázaro, y la pequeña hija de Jairo, vueltos a la
vida por Jesús, pero ninguno con las características del Maestro.
Como vimos el cuerpo de Jesús, se desintegra, desaparece de la 3ª dimensión
física del Universo Material, pasando al hiper-espacio, y se vuelve a integrar
luego de un proceso llamado de “re-atomización”, volviendo a adquirir las
características de “masa pesante”, recuperando la “cohesión molecular” y el
“peso atómico”, pero con una cualidad diferente, una vibración molecular mucho
más acelerada, correspondiente a un cuerpo de 4ª dimensión, con características
muy similares a los cuerpos físicos de los extraterrestres que nos contactan.
Todo el proceso de muerte y resurrección, tiene dos partes: la del cuerpo y
la del espíritu. La del espíritu, en el caso del Maestro, dura aproximadamente
unas 40 horas, entre las 3 de la tarde del viernes y las siete de la mañana del
domingo, dentro de las cuales se da el proceso de muerte del cuerpo físico, del
astral y del ego inferior, y es entonces cuando el “real Ser” de Jesús, (ego
superior, alma, espíritu y esencia) conectan directamente con la 7ª. Dimensión.
En cuanto al cuerpo físico, el proceso de re-materialización, demora un poco
más, recordemos que cuando las mujeres, lo ven no lo reconocen al principio, y
luego el no permite que lo toquen. Es recién cuando aparece ante los
discípulos, y lo tocan, que el proceso está totalmente cumplido.
Pero el cuerpo del Maestro, “re-surge” con características totalmente
especiales, dentro de lo que sabemos, puede moverse libremente, dentro de las 7
dimensiones del Universo Material, por encima de las aparentes barreras
espacio-temporales, e incluso puede adoptar una apariencia física adaptada a la
mente del observador, al punto de ser reconocido por el mismo, según su
pre-concepto religioso-cultural. Recordemos que nadie sabe a ciencia cierta
como era Jesús, ya que no hay descripciones de él en las escrituras, el único
indicio que tenemos es la imagen tridimensional extraordinariamente impresa en
la “Sabana Santa”.-
¿Por qué RESURRECCIÓN y no REENCARNACIÓN?
Reencarnación: Es cuando se
re-en-carna, se
re-toma “carne”, o se “re-nace”, lo que implica un cuerpo nuevo, con un nuevo
“personaje” – ego inferior (carácter y personalidad). Se aplica al concepto
cristiano
pre-católico de “trasmigración de las almas” (
metempsicosis), o
sea al morir, el alma abandona el cuerpo y “migra” hacia un cuerpo por nacer.
El alma sigue siendo la misma, pero el cuerpo se “re-nueva”, o sea se toma un
cuerpo nuevo, que empieza de cero.
Resurrección: Es cuando se “re-surge”, se vuelve de
“la fuente” (le source), o volver de la muerte, o del “estado” de muerte.
En el caso del Maestro Jesús, como analizamos, se da la
resurrección,
porque sale de esta dimensión, no solo su alma y cuerpos sutiles, sino también
su cuerpo físico, y “todo Él”
re-surge en un estado vibratorio
totalmente diferente a lo conocido por nosotros.
Por Carlos García Iglesias