Para una única acción existen miles de intenciones, para un verdadero Sol en la Tierra siempre es la mejor. Nunca nos quedemos con la acción vayamos a la intención para estar precavídos. 💎💎💎💎💎💎💎

domingo, 24 de febrero de 2019

Informe personal de Cristián Sánchez Barros (Hell Aham) - Paititi 2018






Paititi 2018
El disco solar y la piedra de la creación
Informe personal de Cristián Sánchez Barros (Hell Aham)
Antecedentes:
Corría el año 2013 cuando comencé a sentir que se debía hacer otro viaje al Paititi, cosa que me sorprendió mucho, pero tiempo después comencé a tener sueños que me decían que formaría parte de ese futuro viaje. Lo que más me inquietaba a estas alturas era no saber cuál podía ser el motivo de una nueva incursión a este sagrado como difícil territorio al que había ido por última vez en el año 2010. Para mi sorpresa al consultarle a Patries ella me respondió que también venía sintiendo lo mismo, que se debía hacer otro viaje. También lo puse al tanto al hermano Sixto Paz quien me señaló que había que esperar mayores confirmaciones.
Tiempo más adelante comencé a recibir más confirmaciones de otras personas que en sueños o meditaciones estaban recibiendo también un nuevo viaje al Paititi. En el mismo sentido también me llegaron noticias de Marcia de Ávila y de Darío Silva, del Uruguay.
Pero fue recién en agosto de 2015 en el viaje a la selva de Tulipe, en el Ecuador, organizado por Rafael Calderón, donde se me reveló la razón principal para hacer este viaje (ver mi informe La Piedra Umiña y los Guardianes Estelares). Allí en una de las dos experiencias Xendra (portal dimensional) que tuvimos, el jefe de los Guardianes Estelares al relatarme la historia de la piedra Umiña y sus diferentes funciones me habló sobre una nueva incursión al Paititi:
“…hay otra aplicación programada para después del salto cuántico del 21 de diciembre de 2012 y que aún está pendiente: es la de incorporar este cristal (la Umiña) al disco solar central con el fin de restaurar en la Tierra el equilibrio en todos los órdenes; mineral, vegetal y animal y cuyos efectos también alcanzarían a otros mundos, cosa que en un futuro próximo deberán hacer ustedes como seres humanos si logran la vibración necesaria para ello.”
Patries tiempo después recordaría una comunicación del año 2005 que había recibido en Ámsterdam, donde el guía Rumilac ya le señalaba lo mismo: “Hay un cristal verde, no es de la Tierra. Viene de otro lugar. Este es el cristal verde que debe ser colocado en el gran Disco Solar”.
Ya más cerca del viaje, llegarían otros objetivos, pero este primer motivo para ir nos indicaba la necesidad de contar con la presencia humana en el trascendental momento en que se incorporara en el centro del disco solar, el cristal verde conocido por muchos nombres, Umiña, piedra de la creación, cristal de la vida, piedra Ben-Ben, etc. Pero además, el guardián Estelar advertía que el viaje estaría condicionado a que se logre la vibración necesaria para ello, por lo cual sería imprescindible que la mayoría de los integrantes del grupo fueran personas experimentadas (preferentemente que hubieran participado de algún viaje al Paititi), que tuvieran facilidad de conectarse con el medio y a su vez que lograran integrarse y ser todos como uno. Además -como ya se había dado en el año 2010- deberíamos contar con el apoyo de muchas personas a fin de garantizar una alta vibración para que todo se pudiera dar.
En este viaje al Paititi, el tercero en que participaba, asumí nuevamente la organización del tema médico, pero esta vez no estaría solo al contar con Walter Garmendia, hermano de Ayacucho con experiencia en primeros auxilios.
Desde el principio, como sabíamos con Patries, al estar más cerca del Cusco recayó en nosotros todo lo relacionado a la organización del viaje y al mismo tiempo comenzamos a percibir la acechanza en todas sus formas. Pero coincidiendo con esto a los pocos días apareció una pareja de halcones con su joven hijo, quienes diariamente empezaron a sobrevolar la casa y todo el terreno. Parecían turnarse en una actitud de atenta guardia, lo cual me hizo acordar mucho a la custodia de halcones que tuvimos en el viaje de misión a Ushuaia en 2011. También recordé a Horus, el dios halcón, que era un protector por excelencia en el antiguo Egipto. Fue así que comencé a sentir que una fuerza superior cuidaba nuestro hogar, y más aún cuando también se empezaron a hacer presentes periódicamente las naves y caneplas. Todo ello nos dio fuerzas para enfrentar las diversas dificultades que se fueron presentando a lo largo de los siguientes meses, porque debo decir que la oscuridad no se tomó vacaciones, por el contrario, surgieron un sinfín de dificultades, algunas insólitas y aún situaciones de lo más extrañas como impensadas, todo un abanico de acechanzas a través de las cuales las fuerzas tenebrosas buscaban quebrarnos la voluntad de seguir, sin embargo no pudieron lograrlo. Esto lo señalo porque pienso que debemos ser conscientes, estar atentos y preparados, sabiendo que cuanto mayor sea el compromiso que asumimos, tanto mayor será el asedio que tendremos. Pero también es importante decir que todos tenemos esa chispa divina en nuestro interior para vencer a la oscuridad y más aún si confiamos en la asistencia de lo alto.


El grupo de viaje y sus objetivos:
Vencido el plazo de presentación de postulantes, debimos elegir a los 14 integrantes entre todos los que solicitaron ser tenidos en cuenta para el viaje, quedando finalmente conformada la lista de la siguiente manera:
Susana Gavilánez - Ecuador (Paititi 2010)
Marcia de Ávila – Uruguay (Paititi 2010)
Patries van Elsen – Holanda (Paititi 2005 y 2010)
Francisco Sosa – Perú (Paititi 1989, 2005, 2007 y 2010)
Cristián Sánchez Barros – Argentina (Paititi 2005 y 2010)
Darío Silva – Uruguay (Paititi 2007 y 2010)
Hugo Píriz – Uruguay (Paititi 2007 y 2010)
Daniel Lage – Perú (Paititi 2010)
Rafael Calderón – Ecuador (Paititi 2005)
Daniel García – Ecuador
Rossana Carrasco – Ecuador
Gustavo Coitiño - Uruguay
Walter Garmendia – Perú
Guillermo Vázquez – Chile
De esta forma el grupo seleccionado representaba a seis países, donde nueve de sus integrantes habían participado en uno o más viajes al Paititi.
En cuanto a los objetivos de este viaje serían los siguientes:
  • La incorporación de la Umiña en el disco solar central, hecho este que posibilitaría comenzar a generar una restauración de nuestro planeta a múltiples niveles y cuyos efectos también afectarían positivamente a otros planetas.
  • Recibir nueva información del Plan Cósmico que permitiría ampliar y complementar todo lo ya recibido.
  • Estando en territorio del Paititi irradiar a nuestro planeta con la ayuda del cristal de la vida y el gran disco solar.
  • Procurar el contacto directo con los maestros de la Hermandad Blanca de la Tierra.
A comienzos de julio la recaudación para afrontar el viaje era todavía baja, lo cual hizo que se demoraran muchas compras de elementos como también trámites que debían cerrarse con un pago en efectivo. Por esa razón, mientras llegaban los aportes voluntarios, decidimos con Patries avanzar todo lo más posible, por un lado costeando por adelantado la compra de gran parte de los alimentos y también adquiriendo por internet dos potabilizadores (UV) para el agua bebería el grupo en todo el viaje y que fueron traídos por una amable pareja de extranjeros que sin ser de los grupos apoyaron el viaje con este desinteresado servicio. Por otra parte, al no saber a ciencia cierta cuanto se recaudaría, se decidió cambiar el hotel (que ya teníamos reservado en Cusco) por otro más barato, cosa que nos llevó a recorrer muchos establecimientos, porque al ser temporada alta no había habitaciones disponibles para todos. Pero al final pudimos hacer una reserva, sugestivamente, en el mismo hotel que ocupamos a nuestro retorno en el último viaje a Paititi. Se daría así la singular situación de que este viaje comenzaría desde el mismo lugar en que terminamos el viaje del 2010.
El 9 de julio decidí volar a Lima para encarar la adquisición de las carpas, contando allí con la ayuda de Walter y Daniel, con quienes estuvimos todo ese día buscando las mejores opciones en distintas tiendas. Finalmente al día siguiente adquirimos 7 carpas para dos personas cada una, que resultaron de excelente calidad y a un inmejorable precio por comprarlas directamente al importador. Enseguida retorné con todas ellas al Cusco.
El lunes 23 recibí una comunicación en la que los guías nos daban ciertas precisiones sobre el viaje:
Comunicación: 23 de julio de 2018
Lugar: Pisaq – Cusco - Perú
Antena: Hell Aham (Cristian Sánchez Barros)
Amor y luz
Antarel en contacto
Estamos atentos a cada pensamiento de los rahmas, por eso les decimos que esta misión es compartida y a cada uno le toca realizar una parte que es de su exclusiva responsabilidad.
Las fuerzas de la luz iluminen a los 14 que en representación de la humanidad irán al encuentro con los guardianes del templo.
Sepan que están y estarán acechados pero que a su vez serán protegidos como lo están siendo hasta ahora.
La unidad es vuestra mejor protección, porque siendo uno, multiplican el aura de luz que les posibilitará abrir todas las puertas aún cerradas.
Pero todos, cada uno de los que comprendan el Plan y este viaje de agosto, al sumarse en apoyo verán y vivirán “el color del canto de los pájaros invisibles”.
El muro los espera y allí estaremos también vuestros guías de la Confederación.
Con amor
Antarel, desde la Base Azul
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El mensaje era claro en cuanto a que debíamos lograr la unidad del grupo y que los que nos apoyaran vivirían la experiencia del viaje a la distancia.
El permiso del Parque
Tal como señalaba la comunicación sobre la acechanza, se continuó manifestando y también en el tema del permiso de ingreso al Parque que debía tramitarse en el mismo Cusco, ya que se fueron complicando las cosas debido a múltiples razones. Por un lado, desde el año 2010 muchas cosas habían cambiado, no sólo la propia normativa de las áreas protegidas, tornándose ahora los permisos mucho más estrictos, sino que también la realidad hoy en la comunidad nativa de Palotoa era otra. La enseñanza que esto nos deja es que en los ocho años que pasaron no se mantuvo un canal de comunicación fraternal con ellos, lo cual nos habría permitido estar actualizados y poder realizar las cosas con mayor sencillez.
A todo esto también se sumaba que los empleados allí presentes nos venían advirtiendo que la autoridad del Parque –el encargado de dar el visto bueno y estampar la firma- se hallaba de viaje sin tener idea de cuando regresaría al Cusco.
En los momentos más difíciles me ayudó mucho recordar todo lo que había pasado y aprendido en los últimos 20 años y en particular, retempló en mi espíritu el mensaje que recibiera de los 24 ancianos en la experiencia xendra de Chilca, en enero de 2017:

Que vuestras palabras sean el fiel reflejo de vuestras acciones.
Que vuestro silencio sea valiente, como piadoso y prudente.
Que el perdón fluya como un río inacabable.
Que la humildad se refleje en vuestros ojos.
Que el deber consciente prevalezca sobre el querer inconsciente.
Que el amor puro y simple se vea reflejado en cada acción y pensamiento.
Que la paz y la luz permanezcan siempre en vosotros.”

Quien debía encarar en un principio el trámite del Parque era un querido y comprometido hermano de misión que sugestivamente comenzó a tener una seguidilla de inconvenientes, todo lo cual finalmente le impidió ocuparse como estaba previsto. Fue entonces que conversado el tema con Rafael pensamos que quien tenía que ir en su reemplazo, por ser la persona más conocida por la comunidad, era Francisco “Pancho” Sosa, de Huancayo, para lo cual una vez avisado tuvimos rápidamente que adquirir los boletos de vuelo para que pudiera llegar cuanto antes a Cusco, ir a la comunidad de Palotoa, obtener el permiso y regresar para así finalizar el trámite. Todo se hizo con la mayor rapidez y a su regreso a Cusco me encontré con un Pancho cansado pero triunfante. Viajamos enseguida a la oficina del Parque pero sin embargo, pese a haber obtenido por escrito el visto bueno de la comunidad, el trámite no se terminaba de concluir y la fecha del viaje estaba cada vez más cerca. Simultáneamente recibimos la noticia de que Hugo Piriz, del Uruguay, había decidido no participar, por lo cual el grupo quedaba reducido a 13 integrantes.
Al otro día, fuimos de nuevo a las oficinas del Parque y esta vez sí hallamos al jefe, con el cual se conversó, enseguida todo fluyó y obtuvimos entonces la autorización.
Sin embargo siguieron las pruebas, a tal punto, que un día antes de comenzar el viaje recibí un llamado del hotel en Salvación, era para avisarme que las reservas tramitadas con la debida antelación se habían caído al ser asignadas todas las habitaciones a un grupo de maestros que participaban de un congreso docente en esa ciudad, por lo cual a estas alturas llegaríamos a Salvación sin tener alojamiento. Por fin llegó el día en que comenzaron a arribar al Cusco los hermanos integrantes del viaje. Los primeros en llegar del Ecuador fueron Rafael (Quien por una comunicación recibida por Sixto sería el responsable de la expedición), su esposa Rossana, Daniel y Susana; luego arribaron desde el Uruguay, Marcia, Darío y Gustavo; desde Chile Guillermo y del Perú, Walter.
Miércoles 1 de agosto: El último día arribaron Daniel Lage y Pancho Sosa, también del Perú. Esa tarde mientras realizábamos los últimos preparativos en el hotel, se acercaron para saludarnos y darnos su apoyo, Félix Dávila y varios hermanos del Cusco. También lo hizo Mamá Rebe, Sarita Rivera y otros hermanos de Ayacucho; la hermana Argenis Jara, de Colombia y Santiago Garduño, de México.
Jueves 2 de agosto. Llegó el día de la partida. Desayunamos temprano y luego de bajar una larga escalinata hasta la calle Choquechaka y colocar todo nuestro equipaje en la Sprinter blanca, comenzamos nuestro viaje. Paramos en Paucartambo para almorzar, luego hicimos un alto en el mirador de Tres Cruces y luego de pasar por Patria y Atalaya, al anochecer llegamos a Salvación. Cenamos y por gestiones hechas a último momento felizmente pudimos pernoctar en nuestras bolsas de dormir en una casa.
Viernes 3 de agosto. A la mañana en otro transporte que contratamos llegamos a la localidad de 250 donde se encuentra el puerto de Santa Cruz. Allí luego de presentar los permisos a las autoridades del Parque, bajamos a la playa y esperamos la llegada de los botes. Al ver que pasaban las horas se encomendó a Darío y Pancho a que fueran hasta la comunidad machiguenga. Por suerte lograron embarcarse en un bote que iba hacia allí. Ya a oscuras los vimos regresar y entonces nos enteramos de que las embarcaciones llegarían recién al otro día por lo cual debimos armar campamento en la misma playa y entonces en el único restaurante existente cenamos el típico arroz con huevo y plátanos fritos.
Sábado 4 de agosto. Muy temprano llegaron tres botes y luego de un viaje sin contratiempos por el río Madre de Dios y el Palotoa, arribamos a Palotoa Teparo. La sensación de volver después de ocho años fue muy fuerte y más aún al ver en la playa que nos estaba esperando Calixto, uno de nuestros guías en el viaje del 2010.
Con la ayuda de gente de la comunidad llevamos todo lo que trajimos a un playón de cemento que hace también las veces de cancha de futbol, situado justo frente a la escuela. Allí fuimos abriendo las bolsas y repartiendo los regalos que llevábamos para todos los miembros de la comunidad: frazadas, machetes, sal y también galletas y golosinas que tanto grandes como chicos se apresuraron a tomar entre sus manos. Después armamos las carpas. Un momento emotivo fue cuando esa tarde mostré a los más jóvenes de la comunidad una fotografía del 2010 que me tome en el aula escolar junto a un niño de unos 8 años. Al ver la imagen impresa los chicos empezaron a reírse y uno de ellos me dijo “Es Angel”. A mi pedido lo fueron a buscar y al rato entonces lo vi llegar a Angel, ahora convertido en un muchacho de 16 años. Le regalé la foto y nos volvimos a sacar otra para recordar el momento. Después de meditar y cenar nos retiramos a dormir en medio de una lluvia insistente.
Domingo 5 de agosto. Este día llovió fuerte desde la mañana por lo que terminamos resguardándonos en la capilla para poder realizar los trabajos de meditación y mantralización. A la tarde nos enteramos de que Rubén Semperi, el actual jefe de la comunidad y a quien en 2010 le había curado las heridas de un pie, hacía muchos días que estaba enfermo. Decidí a ir a verlo a su casa en compañía de Walter. Lo encontramos en cama, tiritando y envuelto en dos mantas. Estaba muy delgado, con la mirada perdida y deshidratado, además acusaba dolor en el pecho y dificultad para respirar. Tenía 39 grados de temperatura y al oírle los pulmones supe que debía ser trasladado de urgencia al hospital de Salvación. Así se lo hicimos saber a la gente de la comunidad, pero nos dijeron que él no quería saber nada de ir al hospital y que por lo tanto ellos no lo podían obligar. Les pregunté si podíamos intentar convencerlo nosotros y no tuvieron problema con la propuesta, entonces en medio de la lluvia todos nos dirigimos otra vez a la casa de Rubén. Entré, me acerque a él y le hable al oído, mientras los miembros de la comunidad esperaban expectantes en la puerta, finalmente Rubén entró en razones y aceptó ir al hospital. A partir de allí se organizó un veloz operativo para llevarlo en bote hasta 250 y de allí hasta Salvación. Recién a nuestro regreso nos enteraríamos de que había quedado internado por algunos días al tener un principio de neumonía.
También esa tarde de persistente lluvia se acercaron a la capilla algunas familias con sus pequeños hijos para que les curáramos diversas heridas que tenían. Más tarde llegó un niño, Freddy, que nos preguntó si podía meditar con nosotros, cosa que hizo y también aprendió a vocalizar los mantrams RAMA y OM. Más tarde nos visitó Calixto y compartió una meditación con nosotros. En realidad parecía que los machiguenga sentían un llamado a recuperar la memoria de sus ancestros y nosotros podíamos ayudarlos a ello. Después, cuando faltaba poco para que la tarde se convirtiera en noche, en la puerta de la escuela me encontré con Pancho, el hijo de Cachán, y le pregunté cuándo iba a parar de llover, entonces él, mirando el cielo lluvioso me contestó: “Si, va a parar de llover… va a parar de llover”. Se quedó en silencio y por unos segundos me miró profundo a los ojos, después me sonrió y se fue bajo la lluvia. Sentí que me había transmitido mentalmente que debíamos esperar hasta que saliera el sol.
Lunes 6 de agosto. El día se presentó con lluvia, parecía que el mal tiempo nos estaba invitando a quedarnos un día más, pero la ansiedad y premura por llegar a Pusharo hizo que se decidiera lo contrario, por eso después del desayuno partimos enseguida. Bajamos al río, donde nos estaban esperando Jairo y Kevin, dos jóvenes machiguengas que nos acompañarían hasta Pusharo, nos acomodamos en los botes y al poco de estar navegando comenzó a llover, toda una señal. A la altura de Aguaroa desembarcamos y desde ahí marchamos a pie en tanto que un sólo bote cargado con nuestras mochilas siguió río arriba. A mitad de camino debimos meternos en el río y empujar el bote que se había quedado encallado en medio de unos rápidos. Al cabo de un rato de correr piedras y empujar, logramos destrabarlo y ya empapados sin remedio retomamos la marcha. Finalmente llegamos a Pusharo y armamos las carpas en la orilla opuesta al muro y un alero natural nos sirvió como lugar de reunión.
Martes 7 de agosto. Todo este día permanecimos en Pusharo. Salió el sol, cosa que aprovechamos para secar todas nuestras ropas. Luego cruzamos el río con el bote para evitar unos caimanes negros que habitan en las cercanías, bajamos a la playa y a poco de caminar nos reencontramos otra vez con el mágico muro. Fue muy emocionante volver a tocar los símbolos que ahora, a diferencia del 2010, estaban otra vez a nuestra altura, al haber vuelto a elevarse el suelo en estos ocho años y surgido una pequeña playa con árboles. En la recorrida del muro en el extremo derecho Darío encontró un montículo medio derrumbado que dejaba ver una entrada tapada por una loza rectangular. Sin duda habrían hecho falta herramientas especiales para extraer la tierra y tratar de remover esa pesada puerta, pero no era el motivo de nuestra presencia allí.
De vuelta en el campamento nos dispusimos a recibir comunicación para pedir pautas para los siguientes días y en mi caso recibí el siguiente mensaje:
Comunicación 7 de agosto de 2018
Lugar: Pusharo
Antena: Hell Aham

Amor y luz a la humanidad
Antarel con ustedes
El día de hoy aprovéchenlo en recuperar fuerzas y trabajar con ustedes, individual como grupalmente.
La puerta del Mecanto está abierta para que ingresen mañana a temprana hora. Una vez dentro todo el tiempo serán guiados por la madre y sus asistentes de los reinos mineral, vegetal y animal. Por eso estén sensibles, unidos y atentos a las señales y marcas, porque así sabrán dónde y que hacer.
Sepan que están viviendo una síntesis de todos los anteriores viajes de Misión, como ya lo han podido comprobar en todo el trayecto hasta este muro. Por eso las distancias físicas serán relativas en este viaje, pero el esfuerzo de ustedes será como han visto, similar a recorrer todo el camino hasta el Paititi mismo.
Recuerden que los territorios del Paititi se extienden a muchos lados porque limita con todo, por eso atravesando el cañón ya estarán en él.
A través de un xendra recibirán información del plan cósmico relacionada con los cristales que retienen a los disidentes, información que les posibilitará dar pasos en dirección al camino señalado por el cristo.
Trabajen en proyección con la piedra Umiña para ayudar a regenerar el planeta y evitar futuros eventos. Luego algunos de ustedes serán dirigidos para que sean parte en el acople del cristal Umiña al centro del disco solar, lo cual será de beneficio para la Tierra y otros planetas de esta galaxia. También, si alcanzan la unión y vibración necesarias, habrán de encontrarse con miembros del gobierno interno positivo del planeta para sellar un nuevo tiempo.
El último día temprano habrán de realizar la ceremonia de incorporar la energía del corazón cristal del planeta, en el mismo muro de Pusharo, sellando así este viaje.
Estén atentos al cielo por nuestra presencia y guía.
Con amor,
Antarel
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Este mensaje, que compartí con el grupo, nos indicaba que debíamos estar sensibles, unidos y atentos, como condición necesaria para que lo que estuviera previsto se pudiera dar. También dejaba claro que una vez atravesado el cañón estaríamos en territorios del Paititi, lo cual tomé como una señal de que la extensión del viaje que teníamos programado (conforme al viaje del 2010) podría en esta ocasión resultar más corto de lo que pensábamos. Además señalaba que mediante una experiencia xendra accederíamos a información e indicaba que sólo algunos de los 13 serían invitados a ser parte del momento del ensamble del cristal con el disco solar. Finalmente advertía que si alcanzábamos la unión y vibración necesarias, podría darse el encuentro con los maestros de la Hermandad Blanca.
Más tarde, durante una meditación me proyecté mentalmente hacia el lugar donde debíamos acampar una vez que cruzáramos el cañón. Pude ver con gran claridad una amplia playa y justo enfrente un bosque en el cual se destacaba un árbol alto de tronco blanco.
Miércoles 8 de agosto. Dejamos atrás el muro y fuimos Ingresando al cañón. Las lluvias habían hecho crecer el caudal del río Siskibenia y eso hizo que en algunas partes el cruce se presentara dificultoso. Seguimos avanzando hasta que en un momento dado nos encontramos con que la orilla terminaba abruptamente al haber una enorme saliente de roca, lo cual nos obligó a entrar al río y esquivar esta pared hasta volver a encontrar otra vez playa. El primero que cruzó fue Daniel García, quien con dificultad bordeo la roca y avanzó hasta llegar a la orilla. A partir de allí y con la ayuda de una soga comenzamos a pasar enfrentando una fuerte correntada. Después de un rato sólo restaban cruzar Patries, Pancho y Darío y Guillermo, estos dos últimos habían estado sosteniendo a cada uno de los que cruzaban, por eso ya estaban agotados y desistieron cuando le tocaba cruzar a Patries. Pancho sugirió hacer el cruce por la selva, en un trecho que iba cuesta arriba y paralelo al río. En lo personal no vi bien que el grupo se dividiera en dos y menos aún sin tener un equipo de comunicación en caso que pasara algo. Lo mejor hubiera sido reemplazar a los dos muchachos y así terminar de cruzar todos por el río. Justamente en ese trayecto selvático Pancho sufrió una caída libre de dos metros y medio que por suerte no fue más grave porque la mochila le amortiguo el golpe.
Todos los que ya habíamos cruzado seguimos un corto trecho más por la playa y finalmente nos detuvimos para esperarlos, porque no sabíamos por donde podían aparecer. Nuestros llamados -a los gritos- eran tapados por el rugir del río, así que esperamos un tiempo que me pareció eterno hasta que por fin los vimos descender. Después de un rato continuamos la marcha y pasadas las 3 de la tarde salimos del cañón. Aprovechando la luz solar comenzamos a buscar un lugar para acampar. Allí recordé lo que había visualizado en Pusharo y a poco de andar encontramos una ancha playa y enfrente, en medio de la frondosa selva, el árbol grande de tronco blanco. Terminamos instalando el campamento ahí mismo y ya de noche en medio de relámpagos ingresamos a las carpas y en un momento dado se oyó un gran estruendo por la caída desde altura de un gran árbol que arrastró todo a su paso. Más tarde comenzó a llover torrencialmente pero siempre estuvimos a salvo en ese lugar que habíamos elegido.
Jueves 9 de agosto. Empezamos el ayuno y seguimos con nuestras tres meditaciones diarias. En la tarde Marcia dirigió un trabajo de siembra de cristales pedido especialmente por Argenis Jara. Luego nos dispusimos frente a una cascada cercana y allí Rossana dirigió un trabajo con los cuatro elementos. Ya de noche recorrimos los alrededores buscando el lugar donde pudiera aperturarse el xendra. A la derecha de las carpas y muy cerca de la orilla del rio percibí una concentración de energía la cual era fluctuante y aún muy débil. También sentimos que en el extremo opuesto, a la derecha, podría darse otro xendra. Con esas novedades Rafael dio por terminada la jornada. Sin embargo minutos después y cuando ya casi todos habían ingresado a sus tiendas, Patries tendría una inesperada y fuerte experiencia al encontrarse frente a frente con tres maestros de la hermandad blanca de los retiros interiores, quienes le dieron un breve como profundo mensaje, para lo cual recomiendo leer en detalle en su informe personal, ya que no figura en el informe general.


Viernes 10 de agosto. La experiencia de los dos xendras
Nos levantamos a las seis de la mañana y en el cielo contemplamos un imponente arco iris sobre el campamento que curiosamente sus extremos coincidían con los dos lugares que la noche anterior habíamos percibido que se podían abrir los Xendras, lo cual tomamos como una confirmación. Durante ese día continuamos el ayuno y realizamos las meditaciones. Más a la tarde descansamos para estar mejor preparados para las experiencias.
Joaquín y los oriones retenidos
A la noche se dispuso buscar los lugares de los Xendras por lo que Rafael nos pidió a Darío y a mí que lo acompañáramos. Primero nos dirigimos hacia la izquierda del campamento, allí era tal la concentración de energía que había que enseguida me sentí transportado a otro lugar, abrí los ojos y me hallé sólo en un gran recinto rectangular cuyas paredes y piso eran de color caoba. El lugar estaba vacío y parecía ser la cámara de un templo mayor. Luego regresé y los tres nos dirigimos hacia el otro extremo, a la derecha hasta llegar muy cerca de la orilla del río Shiskibenia. Buscamos en esa zona y en un momento dado sentí que una poderosa fuerza no me dejaba mover, entonces cerré los ojos y enseguida me vi proyectado a una caverna iluminada por una luz tenue. Allí vi al maestro Joaquín de pie junto a un cristal piramidal color verde que contenía en su interior a un ser reptiloide en estado de hibernación. Señalándolo y sin más preámbulo, me dijo:
-Verás a través de los ojos de este orión retenido, así podrás sentir hasta dónde llega su ira, su desprecio y su odio, percibirás también cómo se alimenta del miedo. Todo ello es importante porque a ustedes el conocimiento los libera del miedo y eso les otorga una gran protección frente a ellos. Fue en tiempos de la rebelión cuando se hizo necesario el uso de estos cristales verdes para controlarlos y evitar que creciera su poder, porque ello hubiese puesto en peligro el orden galáctico. Pero debo decirte que hubo miembros de la confederación que llegaron a cometer excesos con el uso de estos cristales al buscar no sólo neutralizar a los rebeldes, sino también a eliminarlos.
Por esa razón el consejo de los 24 ancianos les encargó a los guardianes del orden estelar, a quienes tú ya conoces, para que custodien y manejen los cristales con criterio de justicia. Acabada la insurrección, a los rebeldes se los confinó en sitios de la Hermandad Blanca junto con cristales -como este que ves aquí- con una programación de su planeta de origen para que cuando desencarnaran sus esencias quedaran apresadas en la Tierra hasta que tomaran conciencia y se redimieran de todas las acciones tenebrosas cometidas en contra de los seres humanos, cosa que los liberaría de su prisión. Ahora sé fuerte, observa y siente, para que tengas la medida justa de las cosas en el futuro, al momento de enfrentarte a ellos.

-¿Enfrentarme, porqué maestro?

-Porque llegará un momento en que deberán hacerles frente y sólo sabiendo lo que ellos sienten y lo que han hecho, podrán polarizarlos, de ustedes dependerá el hacerlo, porque al polarizarlos a través del perdón les estarán dando la oportunidad de que se rediman, de que vuelvan a la luz y se liberen. En tanto ustedes con esa acción estarán practicando el amor mayor, el amor del cristo. Por eso es necesaria esta experiencia que vivirás ahora. ¡Paz y luz Hell Aham!.-

En cuanto Joaquín se retiró comencé a ver y sentir a través de esta jerarquía retenida que tenía enfrente y lo primero que este ser me transmitió fue el odio que ellos sienten aún hoy por nuestra humanidad a la cual quisieran poder destruir por completo. De pronto me encontré dentro de una fría y oscura nave que iba acerándose a un pequeño planeta, en la nave vi a este mismo ser reptiloide –quien comandaba toda una flota- manejando unos controles mientras comenzaba a proferir gritos en un lenguaje desconocido pero enseguida supe que se trataban de maldiciones e insultos hacia la indefensa civilización que habitaba ese planeta que no era más grande que nuestra luna. Las escenas se fueron sucediendo una tras otra, los seres invadidos sentían un miedo enorme al verse amenazados de muerte y este ser reptil, se iba alimentando de todo ese terror, creciendo así su odio que llegó al paroxismo y ordenó entonces accionar una poderosa arma que en segundos destruyó toda la vida en la superficie de ese cuerpo celeste. Pero no conforme con eso, el comandante orión mandó activar de nuevo el letal cañón y esta vez el planeta entero estalló en mil pedazos. En minutos que me parecieron horas sentí el horror, el odio y la destrucción en toda su magnitud, sintiéndome superado por toda la situación.
Salí del xendra algo mareado y comenté brevemente a Darío y Rafael lo que había vivenciado, coincidiendo bastante con lo que ellos mismos habían experimentado. Después nos dirigimos los tres al otro portal dimensional, donde la concentración de energía era evidentemente más alta y estable. Comenzó a llegar parte del grupo y los fuimos acomodando dentro del xendra. En tanto yo por un rato seguí escuchando gritos y viendo escenas de destrucción de planetas, por lo que tuve que hacer un gran esfuerzo para salir de aquel espantoso estado.
La conexión de la piedra de la creación y el Disco Solar
Luego de recomponerme entré también a este segundo xendra en el que fui transportado a un gran salón construido en la roca, a mi izquierda había cuatro guardianes estelares que sostenían en el aire a la piedra Umiña que emitía pulsos de intensa luz color verde que inundaba todo el lugar, y hacia el lado derecho observé a cuatro maestros vestidos de blanco que custodiaban el gran disco solar, el cual se encontraba activo y pulsaba haces de luz dorada que también envolvían el recinto. Comencé a oír el canto del mantram OM que retumbaba por todo el ambiente y allí pude ver que algunos de los integrantes del grupo también estaban ahí conmigo. Empecé también a vocalizar el OM uniéndome a un único sonido que provenía de todos lados, de repente sentí que una poderosa energía me atravesaba salía de mi cuerpo y se conectaba con el cristal a la vez que miles de imágenes fueron ingresando en mi mente. Luego volví a poner atención en los guardianes estelares que iban acercando lentamente la piedra verde hacia el otro extremo del salón, hasta que en un momento dado el cristal fue atraído por el disco solar como si fuera un imán, hasta quedar completamente fusionados uno con el otro y enseguida el disco fue tomando una coloración entre dorada y verde. En ese instante también sentí un ruido muy fuerte, como si dos grandes piezas se acoplaran. Supe entonces que la llamada piedra Umiña se había incorporado al disco solar.
Akenatón y el regalo divino
Enseguida me sentí transportado a otro tiempo y lugar, estaba en Tell el- Amarna, por el 1.300 años antes de Cristo, y allí comencé a observar una reservada reunión en la que el faraón Akenatón le estaba por revelar al general Horemheb, jefe de todos los ejércitos, un secreto que nadie conocía. Para ello lo llevó a una reservadísima dependencia del palacio real, donde había un objeto posado sobre un pedestal. Era un cristal verde de gran tamaño que al momento en que se acercaron ambos, comenzó a pulsar una brillante energía, era la piedra Ben-bén, también conocida como el cristal de la vida, la piedra de la creación o la Umiña, como se la llamaría muchos siglos más tarde. Este cristal de origen cósmico se hallaba hace milenios en Egipto, desde el tiempo en que fuera rescatado del laboratorio genético en la zona de Tulipe, Ecuador (ver mi informe “la piedra Umiña y los guardianes de orden estelar”). El Rey entonces le habló así a su general: “este mágico cristal es un presente del gran padre sol a los hombres para que pudieran lograr recrear la creación misma. Pero el egoísmo y la incomprensión insuflada en los corazones de los hombres- por la misma hermandad oscura que hoy nos acecha- ha llevado a que éste regalo divino deba permanecer resguardado y oculto hasta que lleguen otros tiempos”. Akenatón le señaló el grave riesgo que significaba si la piedra caía en las manos equivocadas por lo cual en ese momento le encomendó custodiarla en el mayor secreto y aún a costa de su propia vida, a lo cual el general arrodillándose frente al rey le dijo: “Juro que así lo haré, mi señor amado de Atón”.
Luego, observé otra escena que ocurría varios años más adelante en el tiempo, ahora era el rey Tutankamón quien se hallaba en diálogo con Horemheb para encomendarle una misión por demás delicada; sacar la piedra ben-bén secretamente del Palacio. Vi preocupación en el rostro del joven rey cuando le decía que un grupo de altos sacerdotes de Amón que respondían a un ser de la oscuridad, planeaban sustraer la sagrada piedra de la creación con la inconfesable idea de utilizarla para crear cuerpos genéticamente compatibles para los rebeldes oriones que se encontraban retenidos desde hacía milenios. Por eso Tutankamón lo urgía para que ese traslado se llevara a cabo enseguida. El General entonces hace unos rápidos como discretos preparativos y esa misma noche acompañado de un grupo de oficiales de su máxima confianza traslada el mágico cristal hasta el templo donde se veneraba al dios Horus, en Edfú (Horemheb sugestivamente ostentaba entre otros títulos el de “supervisor de los profetas de Horus”) depositándolo allí en un lugar tan secreto como inexpugnable. Desde ese momento una guardia militar se entremezcló con los sacerdotes del templo, para así custodiar y proteger la preciosa piedra de la creación. Tiempo después el Rey Tutankamón abandonaría Tell El Amarna para trasladarse a Menfis y cierta mañana Horemheb lleva al joven faraón al templo de Horus y cuando el rey se halla frente al mágico cristal lo envuelve su energía y se queda en profunda meditación hasta pasado el mediodía.
Después, en una rápida sucesión de hechos, veo que Tutankamón, víctima de una conjura, muere asesinado en una emboscada, y casi enseguida, rodeado de extrañas circunstancias, es coronado rey el anciano visir Ay. Por su parte el General, durante este breve reinado elude varios atentados contra su vida, mientras continúa supervisando personalmente la custodia de la piedra sagrada, logrando en más de una ocasión desbaratar acciones maquinadas por la hermandad oscura para robarla. Sin duda que contó con hombres valientes y leales, pero también con una protección superior que muchos de su época no dudaban en atribuirle al dios Horus, el hijo de la luz. Finalmente Horemheb asume como el último rey de la XVIII dinastía y en el año 13 de su reinado tiene una revelación en la que la Hermandad Blanca que le indica que por los tiempos que se avecinan debe proceder a ocultar -por milenios- un cúmulo de conocimiento e información y a su vez resguardar dos objetos de incalculable poder que se hallan en los territorios de su reino, el disco solar y la piedra Umiña. Obedeciendo lo encomendado, hace los arreglos correspondientes, sembrando pistas falsas pero a su vez dejando “rastros que sólo los puros de corazón podrán hallar y saber leer, para romper los sellos y que lo que alguna vez se ocultó vea la luz en el nuevo tiempo”.
De esta forma el rey se aseguró de que el disco solar (hasta hoy día) se encuentre a resguardo en un lugar inaccesible en el mismo Egipto.
En cuanto a la Umiña, pude ver que un día al alba, el faraón llegó al Templo de Horus para una cita programada y enseguida dirigiéndose donde se encontraba la piedra verde, puso sus manos sobre ella y recitó la siguiente oración: “Oh venerada piedra ben- ben que provienes de las manos del mismo Atón, has que todas las obras buenas de mis antecesores soporten el paso de los siglos, la calumnia y la destrucción, para que en ese mañana que he visto y llegará, puedan resurgir y brillar en justicia, como grandes estrellas en el cielo por toda la eternidad”.
Después salió fuera del sancto sanctorum y se quedó contemplando las primeras luces del día, pero de pronto su atención se centró en un punto luminoso en el cielo que fue creciendo en tamaño hasta convertirse en una nave plateada triangular que aterrizó suavemente en el patio exterior del templo. Se abrío una compuerta y descendieron cuatro guardianes del orden estelar que llevaban largas capas y ornamentos dorados en sus brazos. El jefe de ellos con su mano izquierda en alto se dirigió así al faraón:
Salud su majestad. Traemos un mensaje de las jerarquías de la galaxia a las cuales nosotros obedecemos: Dicen que has sabido cumplir con el encargo de guardar esta herramienta estelar, pero que ahora por varios milenios deberá permanecer bajo nuestra entera custodia. Te bendicen por ello y te desean prosperidad y paz en los años que como gobernante de esta sagrada tierra aún tienes por delante. También te digo que en un lejano futuro habremos de encontrarnos de nuevo para finalizar lo que ahora no se puede realizar”.
Dicho esto los cuatro guardianes saludaron al rey con una reverencia y procedieron a trasladar la piedra verde al interior de la nave plateada triangular, la cual enseguida se elevó verticalmente hasta convertirse en un diminuto punto brillante en el cielo. Así la Piedra de la creación fue llevada nuevamente al continente de América, donde habría de esperar un largo tiempo antes de que fuera entregada bajo el nombre de Umiña a otro gran rey.
Salí del xendra y fui tomando conciencia del lugar en donde estaba, y mientras ordenaba mi mente me quedé observando a quienes aún se hallaban teniendo su experiencia. Cuando todo finalizó nos reunimos en el campamento y luego de que algunos comentaran sus experiencias, nos fuimos a descansar para emprender al otro día el retorno a Pusharo.
11 de agosto. Muy temprano y luego de desarmar el campamento, nos internamos de nuevo en el cañón del mecanto. El retorno como otras veces, fue más rápido pero no faltaron las dificultades para cruzar algunas veces el río, aquí destaco el buen temple demostrado por los más nuevos como Gustavo, Walter y Guillermo. Llegamos al lugar más difícil, donde a la ida nos habíamos separado, pero esta vez ayudados por una soga cruzamos todos por el río. Al atardecer ya estábamos otra vez en Pusharo. Armamos las carpas y nos dimos un refrescante baño en el río, antes de realizar la meditación de la tarde.
12 de agosto. Por la mañana cruzamos en los botes y llegamos al muro. Allí Rafael realizó un trabajo de perdón dirigido a los seres retenidos en los cristales y más adelante una meditación en la que a mi entender recreó el momento de la incorporación de la Umiña al Disco Solar. Seguidamente Susana, Patries y Marcia ,que en 2010 habían recibido la energía del corazón cristal del planeta en el muro, más Rossana, la única mujer nueva en este viaje, debían seleccionar sólo a tres varones con los que se completaba el número de siete y fuimos elegidos Darío, Rafael y quien escribe este informe. El trabajo que dirigía Patries dio comienzo, nos pusimos los siete con la frente y manos en el muro, mientras que el resto de los compañeros realizaban el apoyo vocalizando el mantram OM. Me fui haciendo uno con el muro y comencé a sentir primero una sutil y luego más poderosa energía femenina que me fue envolviendo, enseguida sentí la presencia de la dama de luz. Pero justo en ese momento cesaron los mantrams y empecé a escuchar voces y pasos, cosa que lógicamente me sacó de la concentración en la que estaba. Al preguntarle a Rafael lo que sucedía y porqué había más de siete personas en el muro me dijo que Rossana había recibido que debían pasar todos (excepto Daniel y Pancho que ya habían recibido la energía en 2010). Sinceramente me pareció una interrupción extemporánea al no consultar a quien estaba dirigiendo el trabajo y dejar de lado las indicaciones señaladas por los guías en la comunicación de Sixto. Después de esto ya no pude volver a conectarme con la experiencia. Luego el grupo se quedó algunos momentos más tomando fotos y despidiéndose cada uno a su modo de este imponente y misterioso muro de símbolos.
Una vez de vuelta en el campamento se decidió regresar ese mismo día a Palotoa Teparo, pero había un problema, como habíamos pactado nuestro retorno para el día siguiente no tendríamos botes. Por eso después de desarmar el campamento y depositar los equipajes en el único bote, también hicimos subir a Pancho que continuaba con dolores por la caída y se le encargó que en Palotoa hiciera los arreglos necesarios para que nos vinieran a buscar. Luego comenzamos nuestra acalorada marcha de retorno hacia la zona de Aguaroa y después de algunas horas llegamos al punto de encuentro. Allí tuvimos una larga espera hasta que vimos aparecer un solo bote, en el cual subimos todos y así logramos llegar hasta la aldea machiguenga. En la misma orilla estaba Pancho Sosa quien nos relató que al habernos adelantado de improviso ello causó confusión y hasta enojo de parte del administrador de la comunidad. En ese momento Rafael propuso contratar dos botes en forma particular y seguir viaje hasta el puerto de 250. Al ver que partiríamos en escasos minutos, subí corriendo hasta la casa de Rubén para saber que había sido de él, pero sólo hallé a uno de sus hijos el cual me dijo que su padre ya se encontraba mejor y que estaba trabajando en los cultivos.
Cuando regresé ya estaban todos arriba de los botes y fue el machiguenga Pancho quien nos despidió con una inocultable tristeza en sus ojos.
A medida que avanzábamos por el río, en medio de la penumbra podíamos ver las siluetas de la inmensa selva que íbamos dejando atrás, se hizo de noche y comenzó a hacer frío. Cuando ya faltaba relativamente poco, uno de los botes se quedó sin combustible. Por suerte había un bidón de reserva y con la ayuda de nuestras linternas pudieron recargar, encender el motor y llegar todos a 250. En la playa nos despedimos de kevin y Jairo, nuestros jóvenes guías machiguengas y ahora meditadores. Luego fuimos al puesto de control y ante el guardaparque Manuel Quintanilla asentamos nuestra salida en el libro de visitantes. Después por el único teléfono público del pueblo pude conseguir que un transporte nos viniera a buscar y llevara hasta Salvación. Tuvimos tiempo de cenar y después de dos horas de viaje llegamos al hotel pasadas las 10 de la noche.
13 de agosto. Seguimos en Salvación, tiempo en que lavamos la ropa, y acompañamos a Pancho hasta hospital para que lo revisara un médico. De noche realizamos un primer conversatorio sobre las experiencias de los Xendras y aunque no dio el tiempo para sacar las conclusiones del viaje, quedaban varios días para hacerlo en Cusco.
14 de agosto. Luego de desayunar cargamos los equipajes en la Sprinter y después de un largo viaje sin parada de almuerzo, llegamos a Pisac y el grupo pernoctó en el hotel que habíamos reservado.
15 de agosto. Por la tarde se hizo una reunión en nuestra casa. Allí Rafael nos informó que como una continuación del viaje al Paititi se debería efectuar un viaje al Gobi en 2019 y que el remanente de los fondos reunidos serviría entonces para financiar ese viaje. Mi criterio en cambio fue y lo sigue siendo, que los fondos deberían servir para ayudar materialmente a los machiguengas que son en definitiva los que nos han ayudado siempre en los viajes de Misión. En cuanto al informe general lo elaboraría el jefe de la expedición, por lo cual se nos pidió que a la mayor brevedad enviásemos las experiencias y comunicaciones recibidas. Por mi parte subrayé la importancia de que además cada uno redactara a su tiempo un informe personal. Después de realizar una meditación y sin haber podido analizar y sacar las conclusiones del viaje se dio por terminada la reunión.
16 de agosto. A excepción de Marcia -que prefirió quedarse unos días más en Pisac- el resto del grupo regresó a Cusco y una vez allí, la mayoría decidió viajar hacia Puno para visitar la puerta de Ayumarca, frente al lago Titicaca y después seguir viaje a Bolivia para ir a Tiahuanaco. Pronto llegó la fecha de retorno de cada uno a sus hogares, siendo Susana y Guillermo los últimos en irse.
Tiempo después y de acuerdo a lo acordado me apresuré a enviar mis experiencias y mensajes para que fueran incorporados al informe general, pero luego comprobaría que en el informe difundido sólo figuraba mi experiencia en el primer xendra, no así mis comunicaciones y la experiencia en el segundo xendra sobre la incorporación de la Umiña en el disco solar. Cosas que sí reproduzco y aún amplío en este informe personal.
Epílogo
Quiero brevemente referirme a todas esas personas que siempre están ahí, dispuestas a asistirnos en los viajes con sus oraciones e irradiaciones. Son gente espiritual repartida por diversos países que por amor y lejos de querer figurar hacen lo suyo con silenciosa humildad. Afirmo aquí que sin esas almas grandes un viaje de este tipo sería imposible de hacer porque son quienes nos dan el aliento y la fuerza necesaria para llegar y después retornar a casa. Vaya por eso mi admiración y eterna gratitud a cada una de ellas.
Respecto a los objetivos del viaje pienso que se cumplieron durante nuestra permanencia en los territorios del Paititi, esto es, en el campamento levantado al otro lado del cañón del Mecanto:
  • En los Xendras recibimos nueva información relacionada con el plan cósmico.
  • Realizamos diferentes como significativos trabajos para nuestro planeta.
  • Se concretó la incorporación de la piedra Umiña al disco solar.
  • A través de la experiencia vivenciada por Patries se logró el contacto directo con miembros de la Hermandad Blanca de la Tierra.
En el mes de septiembre los tres integrantes por el Perú, Daniel, Walter y Pancho, dieron una conferencia en Lima, comenzando así la difusión de lo recibido en este nuevo viaje al Paititi.
El 29 de septiembre Patries ofreció una conferencia –a sala llena- sobre las experiencias vividas en Paititi, en la localidad de Bergen, Holanda.
En el mes de noviembre volamos a Buenos Aires en un viaje que teníamos programado con antelación y una vez allí, viajamos al Uruguay por una invitación personal que nos hiciera Marcia un tiempo atrás. Fuimos por un fin de semana y nos hospedamos en su casa donde compartimos con ella y su familia momentos muy gratos. El mismo día que llegamos, participamos del programa radial “Caminantes de las estrellas”, al cual fuimos amablemente invitados por sus conductores Mariela y Daniel, donde aprovechamos para difundir las experiencias de este reciente viaje a los territorios del Paititi. Durante nuestra corta estadía también nos reencontramos con Darío y Gustavo, con quienes conversamos y trabajamos. Después regresamos a Buenos Aires donde nos esperaban encuentros con familiares y también amigos.
Llegó diciembre y en vísperas de Navidad recibí el siguiente mensaje de los guías:
Comunicación: 24 -12 - 2018
Hora: 16:30
Lugar: Pisaq – Cusco – Perú
Antena: Hell Aham (Cristián Sánchez Barros)

El año 2019 los llevará a purificarse a través del sacrificio consciente lo que significa movilizar las fuerzas internas que poseen y que pocas veces perciben y utilizan.
El año próximo será de manifestaciones concretas y espontáneas porque el planeta aún debe acondicionarse a las energías que provienen de la nueva realidad generada a partir del 2012. Por eso las manifestaciones telúricas tanto en la tierra como en el mar se harán sentir. Procuren mantener bajo vuestra órbita a las ciudades lindantes con la costa a través de irradiar y crear el futuro cercano como de calma y sosiego.

A nivel humanidad verán con asombro caer personajes y con ellos sistemas, lo que dará lugar a los cambios. Allí habrán de surgir nuevas y mejores ideas llevadas a cabo por personas ya preparadas para este tiempo. Pero en la caída de las viejas ideas habrá confusión y desazón de muchos, allí habrán de brillar quienes se hayan preparado a conciencia para ese momento, con el fin de guiar los acontecimientos que serán siempre para bien de la Humanidad.
Todo lo dicho será necesario para purificar y dar lugar a lo nuevo, porque lo nuevo ocupará el espacio de lo anterior para que todo se renueve tanto en el planeta como en la conciencia humana.
En el panorama político mundial el que creían retrógrado será al fin quien abra la puerta del cambio hacia la luz.
Habrá resistencia de unos y rechazo de otros, pero lo que está señalado que ocurra así será. Mantengan su centro con el corazón y la mente en el mañana promisorio que ya es hoy.
Los más firmes seguirán avanzando en medio de los que creyendo ser, no son.
Así, los que no han sido vistos y señalados, irán adelante abriendo el camino hacia lo nuevo.
Egipto espera ser descubierto por quienes ya fueron y son. Su luz dará sentido y entendimiento a mucho de lo que hoy duerme en su suelo por incomprensión.
Este año podrán unir las partes y ver el gran mosaico que se desplegará ante vuestros ojos, entonces comprenderán y sabrán actuar.
Sostengan la armonía dentro y fuera de ustedes, que nosotros estaremos allí cuando sea necesaria nuestra presencia y ayuda.

Con amor, Mardorx
El mensaje recibido anuncia que el 2019 que ya estamos transitando es un año movido a todo nivel, de grandes esfuerzos y definiciones, por lo cual la actitud de cada uno será gravitante para el rumbo que tomen los acontecimientos. Ha de ser vital entonces mantenernos en paz, ser optimistas y centrarnos decididamente en buscar la verdad para ayudar al restablecimiento del orden alterado hace ya milenios por las fuerzas oscuras, quienes a pesar de querer destruir a la humanidad a través del ocultamiento, el miedo, el engaño, el resentimiento y el odio, no han podido lograrlo y hoy se muestran desesperadas por el avance inexorable de la luz.
Tengamos presente que todo lo bueno que anhelemos sobre la base de la justicia, la verdad, la honestidad, la solidaridad y el Amor sin condiciones, habrá de plasmarse en lo que está por venir. Por eso de nosotros depende dar los pasos que faltan hacia ese nuevo amanecer que nos conduzca a todos a ser uno y uno con el Todo.
Que así sea.
Con amor y paz,
Hell Aham
Pisaq, 20 de febrero de 2019
csanchezbarros@gmail.com


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Link del Informe con Archivo Word: 

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Link del Informe con Archivo PDF: 

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