Sueños:
“…Todos los
sueños son viajes astrales, pero no todos los viajes astrales son sueños, ya que
pueden realizarse éstos sin necesidad de estar dormidos, por ejemplo, a través
de los pasos de la meditación
Recordar los
sueños es síntoma de avance en el despertar de la conciencia, aunque no en
todos los casos; y lo más importante es la capacidad de interpretación de los
mismos. Los sueños vienen a ser mensajes que afloran del subconsciente o del inconsciente, tratándonos de enseñar, recordar o advertir algo; es una forma que
tiene el maestro interno (el real ser) de comunicarse con nosotros a través del
lenguaje simbólico, por ello, podemos distinguir varias clases de sueño y entre
ellos están:
a) Sueños
simbólicos: los mismos que contienen imágenes a ser interpretadas por muy
extrañas y descabelladas que parezcan, y a través de los cuales nuestro maestro
interno está buscando dialogar con nosotros.
b) Sueños
precognitorios y premonitorios: los cuales son generalmente avisos sobre
eventos futuros como mecanismo de protección, o adelantos y señales para que
sepamos que nuestra vida está siguiendo una programación, que en cualquier
momento puede variar con el ejercicio de nuestra voluntad
c) Sueños
experimentales: que suelen ser verdaderas experiencias en el astral donde
recibimos una instrucción y capacitación, o aparecemos nosotros dándola.
d) Sueños
recordatorios: donde llegan a aflorar imágenes de vidas pasadas o de momentos
significativos de nuestra experiencia y existencia actual.
e) Sueños de
imaginación: donde la mente se limpia de todas las impresiones, temores,
angustias, ideas obsesivas y preocupaciones que la persona arrastra consigo.
Muchas veces los
sueños aparecen mezclados, y un mismo sueño puede ser en parte real, simbólico,
premonitorio, recuerdo de vidas pasadas y hasta imaginación. Durante la noche
nosotros no tenemos un sueño sino varios, que se mezclan a la hora de
despertarnos. Debemos aprender a separarlos e interpretarlos con el uso de la
intuición, imaginación e inteligencia para reconocer que es cada cosa.
Como recordar
los sueños:
El principal
problema que se nos presenta en los viajes astrales, es el olvido instantáneo
de los sueños; para lo cual se recomienda que debajo de la almohada o en una
mesita al lado de la cama, dejemos un cuaderno y un lápiz para anotar lo que
recordemos en el momento en que lo recordemos. Y esto porque cuando abandonamos
nuestro cuerpo en el sueño, durante la noche, lo hacemos como un vaso de agua
turbia, que al quedar en reposo, todo lo turbio se asienta en el fondo. Al
retornar al cuerpo después de la experiencia, de acuerdo a nuestra evolución,
el reingreso al cuerpo puede llegar a ser más o menos aparatoso, por lo que el
vaso se agita y se confunde la experiencia mezclándose con los afloramientos
del subconsciente, haciéndonos olvidar lo vivido. …”
Lo primero para
empezar a recordar los sueños es acostarse temprano. Una persona cansada difícilmente
podrá recordar sus sueños; por ello se requiere compensar durmiendo más
temprano y luego llegar a hacer un hábito del acostarse temprano para levantarse
temprano, o sea en armonía con el Sol y la Luna. Al acostarse temprano tenemos tiempo para
relajar el cuerpo y realizar una breve meditación, lo cual nos induce al mundo
astral en una buena vibración y actitud mental. Nos acostamos en la cama sin
almohada para empezar la programación, pudiéndola usar posteriormente. Ya
horizontales, pondremos las yemas de los dedos sobre nuestro pecho debajo del
esternón (ligeramente por encima del ombligo), los brazos flexionados
permanecen a los lados del cuerpo, talones juntos o rozándose. Entonces
tomaremos cinco respiraciones muy profundas, concentrando el esfuerzo de la
succión en la respiración a través de la tráquea no en la nariz; pero la boca
se mantiene cerrada, produciéndose una respiración silenciosa que procura
llenar al máximo la capacidad de los pulmones. Durante las cinco respiraciones
se realiza el acostumbrado triángulo perfecto: inhalando en 10, reteniendo
hasta 10 y exhalando hasta 10. Mientras efectuamos ese proceso nos iremos
repitiendo mentalmente frases como: " recordaré mi sueño"; sabré que
estoy soñando y seré guiado por seres de luz a un mayor aprendizaje" Al
término de las respiraciones profundas podremos emplear la almohada si
queremos, y nos acostaremos sobre el lado derecho en la llamada posición del
León; esto es la pierna derecha y el brazo derecho estirados, mientras que el
brazo izquierdo y la pierna izquierda permanecen flexionados. El mentón se
apoyará sobre el hombro. Toda esta posición facilita el desdoblamiento y la
respiración, no oprimiendo el corazón. Una parte importante en el proceso de
recordar los sueños es el no abrir los ojos cuando nos despertamos en la
mañana, ni moverse siquiera, sino por el contrario, permanecer quieto con los
ojos cerrados, haciendo de inmediato y allí mismo, memoria de la experiencia
astral. Esto lo hacemos así porque si nos moviéramos, agitando nuestros
vehículos sutiles confundiríamos la memoria astral con la conciente o subconsciente,
dependiendo del nivel de conciencia alcanzado en ese momento. También si
abrimos los ojos dirigimos la atención interna hacia lo externo, perdiendo de
inmediato la memoria astral, distrayéndonos y olvidando automáticamente lo
vivenciado. La memoria astral al ingresar al conciente se hace muy frágil,
porque hay mecanismos llamados " velos astrales" que impiden los
recuerdos y la conciencia astral para quien aún no está preparado. Debemos pues
con los ojos cerrados y con un mínimo movimiento, que sería el que nos
demoraría estirar el brazo para alcanzarnos el cuaderno y el lápiz, disponernos
para tomar nota de la experiencia astral que previamente procuraremos recordar
al detalle y en el momento. Al dejarla anotada, podremos seguir durmiendo sin
temor de olvidar, ya que al despertar definitivamente, lo escrito nos servirá
como clave de memoria.
Fragmento
extraído del libro:
“El Instructor
del Nuevo Tiempo” de Sixto Paz Wells
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