EL ACTA DE LIBERACIÓN DE INFORMACIÓN
“Cuanto
más se esfuerzan algunos en ocultar la verdad,
tanto más interés despiertan en los demás en averiguarla”.
El esfuerzo tesonero de organizaciones como Ciudadanos
con Derecho a Conocer (Citizens Right to Know) y Ciudadanos contra
el Secreto Ovni (CAUS), han venido presionando desde la opinión
pública, como para que el gobierno de los Estados Unidos se vea
enfrentado a la incómoda situación de verse enjuiciado para que
libere información considerada clasificada sobre el tema de los
ovnis.
Y ha sido gracias al apoyo aportado por congresistas
como Pete Dominici, Harrison Smith y John Glenn, que la balanza se
inclinó hacia la publicación del Acta de Liberación de Información
(Freedom of Information Act o FOIA), desclasificándose cantidad de
documentos oficiales sobre el tema, y pudiendo acceder a información
que antes era inalcanzable, pero que sólo representa la punta del
iceberg.
Los documentos liberados en su gran mayoría aparecen
tachados, tanto la fecha, a quien va dirigido, que contiene y hasta
quien lo firma. Lo cual demuestra que aunque los documentos se
desclasifican , siempre siguen manteniendo su secreto como parte de
la política de ocultamiento y de la conspiración de silencio por
diversos intereses.
Nos encontramos que por cada documento serio que
circula, existen tres o más que aparentemente son auténticos, pero
que contienen medias verdades y mentiras, que contradicen al
verdadero o lo confunden , creando tal caos informativo, que al final
nadie más que los gobiernos llegan a saber qué es que. Esto se
puede apreciar claramente cuando a comienzos de los años 80 apareció
al lado del conocido investigador Charles Berlitz, un desconocido
llamado William Moore, colaborándole en un libro sobre el caso
Roswell, aportando inicialmente informaciones clasificadas reales y
desconocidas hasta ese entonces, lo cual fue su tarjeta de
presentación como para que en medios ufológicos se le abrieran las
puertas tributándosele confianza e interés por lo que pudiera
seguir aportando. Y a continuación junto con otros seudo
investigadores lanzaron informaciones tan descabelladas como la
existencia de un supuesto pacto extraterrestre entre el gobierno de
los Estados Unidos y los llamados Grises , procedentes de un planeta
de la estrella Zeta Reticuli. Hoy por hoy ésta persona y algunos
otros, defensores de sus conceptos han quedado desacreditados, al
descubrirse su clara vinculación con los sistemas de inteligencia
gubernamentales, quedando desenmascarados como “Intoxicadores
informativos”.
Como conclusión podemos decir: “Que no todo lo que
brilla es oro en el tema de la ufología” y que debemos sospechar
de todo y de todos, confiando más en nuestro propio criterio, en la
intuición, el sentido común , y la lógica .
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