VISIÓN DEL AURA
“Hay
un arco iris de colores, un campo de energía
que
envuelve nuestros pensamientos,
que
expresa el estado de nuestra alma
y
que nos muestra tal como somos a los ojos del espíritu.
Le
llamamos el Aura...”
El
Aura es el cuerpo bioplasmático o cinturón electromagnético del
ser humano. Es nuestra cúpula de luz natural, nuestra barrera
inmunológica frente a la acechanza de entidades bajas y la
expresión de nuestro estado vibratorio. Allí se puede apreciar el
estado mental y espiritual de una persona, su estado de salud, su
armonía y equilibrio, su honestidad y sinceridad, su avance,
poderosa mentalidad y también su elevación espiritual . Es muy útil
llegar a aprender a ver el aura, por cuanto eso nos permitiría
conocer a las personas en profundidad. Todos tenemos Aura, pero no
sólo una, sino tres: El Aura Mental, El Aura Total y El Aura de
Salud.
Todos
podemos llegar a visualizar el Aura de una persona y para ello
debemos entrenar nuestra concentración y capacidad de focalización
de nuestra atención. La clave esta en aprender a sentir. Para ello,
primero practicaremos la visión del Halo , Etérico o Doble Etéreo,
que es la cantidad de energía que una persona tiene, mientras que el
Aura es la calidad de dicha energía. A diferencia del Halo que se
puede observar a simple vista , el Aura no se ve , sino que se
siente, de tal manera que la vamos a captar (ver) no con los ojos
físicos, sino con el tercer ojo o la visión interior clarividente.
El
ejercicio más común para disciplinar nuestra atención y lograr la
captación del Etérico o Halo es la concentración en la llama de la
Vela. Y para llegar a “sentir” el Aura, se recomienda hacer la
práctica de dermóptica con las tarjetas de colores, aprendiendo a
sentir los colores sin verlos percibiendo su vibración y
temperatura.
Ejercicio de la Vela
Esta
práctica consiste en la fijación de la atención por espacio no
mayor de un minuto en la llama de una vela encendida, ubicada a por
lo menos un metro de distancia ,en una habitación en penumbras
.Después de un minuto cerraremos los ojos procurando controlar la
imagen que queda registrada en la retina, para que ésta se ubique en
el entrecejo (nuestra frente) conservándose fija, procurando
observar la llama de la vela, del mismo color y tamaño como la
veíamos con los ojos abiertos. Lo que generalmente retenemos como
imagen es una mancha amorfa naranja o roja, la cual con el uso de
nuestra imaginación deberemos cambiar por la imagen original de la
llama de la vela, fijando dicha imagen. Al cabo de un minuto
abriremos los ojos y trataremos de observar la vela nuevamente por
espacio de medio minuto, volviéndolos a cerrar y repitiendo la
observación anterior. Luego podemos hacer una última observación
de la llama de la vela sin que nos lastime los ojos, proyectándonos
mentalmente de forma imaginaria al interior de la flama; sintiendo
con ello una purificación en la que nos veremos envueltos de una luz
vivificante.
Este
ejercicio lo haremos lo suficientemente espaciado en el tiempo ( una
vez cada quince días ) para que no nos lastime la vista física.De
ninguna manera se insistirá en este ejercicio si es que la vista se
encontrara afectada.
El
propósito del trabajo con la vela será focalizar nuestra atención
y fortalecer la voluntad mediante la concentración de nuestra
atención sobre un punto fijo, para conseguir el dominio paulatino de
nuestra atención e imaginación.
El
ejercicio de la vela tiene su aplicación práctica también sobre el
incremento de la sensibilidad en la percepción, ya que en el campo
de las sensaciones visuales, la gama de frecuencias que abarca el
espectro cubre desde los 428 hasta los 750 billones de ciclos por
segundo. Ampliando el campo de frecuencias que pudiésemos apreciar
(por educación del cerebro y de la mente, y no simplemente del
ojo) se seguirá viendo el naranja, pero con otra intensidad y
calidad, se vera un nuevo amarillo, un nuevo verde, etc. Todos y
cada uno de los colores serán apreciados con sus distintos tonos y
matices, pero cada uno de estos, más luminosos que el básico o
inferior de la gama conocida.
Ejercicio de la Visión del Halo, Aura Mental, Aura
Total, Aura de Salud y Formas de Pensamiento
La
percepción extrasensorial conocida como clarividencia no es tanto el
producto de una rarísima facultad superior a obtener por muy pocos,
sino mas bien, la recuperación de una condición natural perdida por
falta de una educación y motivación al respecto, ya sea por un
olvido progresivo de su existencia o producto de una tenebrosa
manipulación que se basa en mantener al ser humano sumido en la
ignorancia de ciertos aspectos potenciales propios de su naturaleza,
pudiendo fomentar de esa manera el engaño, la falsedad y la mentira.
Debe destacarse que en los niños existe una clarividencia natural y
capacidad de ver con la mente que se olvida y se pierde casi
invariablemente en cuanto comienzan a darse cuenta que los adultos ya
no la poseemos, o debido a una educación que mas bien desorienta,
produce olvido, obligándolo a entrar en el proceso de socialización
que en vez de integrarlo lo individualiza hasta aislarlo de sí mismo
y de los demás.
Habíamos
dicho que el Halo es el reflejo de luz del cuerpo electromagnético
del ser humano. Es la cantidad de la energía. Su existencia se
fundamenta por principios físicos comunes y corrientes, como que el
cuerpo humano es un circuito eléctrico que crea un campo magnético,
apreciable a simple vista. La observación del mismo se alcanza por
la concentración visual, y se precisa por la percepción
extrasensorial.
Debe
destacarse como elemento de interés, que la capa más densa del
cuerpo etérico humano, es más sutil que el tipo de éter ambiental
por el que se propagan las radiaciones, luz, calor, etc. En otros
términos: la energética etérica humana es en cualquier caso mas
refinada que la energética etérica, que es equivalente, utilizada
en los procesos físicos.
En
cuanto al aspecto morfológico aproximadamente el espesor del halo
de una persona adulta, de salud mas o menos normal, es de unos dos a
tres centímetros. Por supuesto la parte de la cabeza sobrepasa la
medida o el grosor del resto del cuerpo.
La
distribución de esta energética etérica es sustancialmente la
misma en todas las zonas del cuerpo siguiendo su forma. Se forma así
una especie de doble corporal, pero etérico; aunque como decíamos
suele observarse siempre como más grueso e intenso a la altura de la
cabeza debiéndose a la actividad cerebral.
Para
efectuar la observación del Halo procuraremos sentarnos todos
cómodamente, poniendo a alguien parado frente a nosotros a una
distancia no mayor de entre 3 a 5 metros, de espaldas a un fondo
claro y con una luz ambiental no muy fuerte, prefiriendo si se
realiza el ejercicio en la penumbra. La idea al realizar la práctica
como en el caso de la vela, consiste en retener la vista fija sobre
el hombro o la cabeza del sujeto a observarse por espacio no mayor
de un minuto sin parpadear, tratando de precisar el espesor de la
luminosidad alrededor del cuerpo.
Todos
los seres vivos ya sean seres humanos, animales o plantas cuentan con
un halo que suele ser fluctuante dependiendo de la hora del día en
que se haga la observación, y dependiendo del grado de desgaste o
cansancio .Los objetos también llegan a presentar una suerte de halo
que es mas bien constante.
En
cuanto al Aura, como decíamos antes, a diferencia del Halo que
refleja el volumen, cantidad e intensidad de la energía vital, o sea
el aspecto cuantitativo; la observación del aura nos expresa el
aspecto cualitativo del ser, esto es, la calidad o su nivel de
vibración en los planos físico, mental y espiritual.
Como
comentario diremos que la fotografía de la yema del dedo obtenida
por Semiur Kirlian , mediante la célebre cámara, permitía apreciar
parte de la capa más densa del cuerpo etérico y no precisamente el
aura, lo cual constituye algo más sutil todavía.
El
Aura es el reflejo de nuestra realidad interna. No podemos impedir
que alguien que tiene la percepción necesaria nos observe tal como
somos, ya que el Aura no puede ser disfrazada o arreglada; pero para
una adecuada captación e interpretación se deberá conocer las
variaciones y combinaciones múltiples de los colores, su significado
así como la existencia en el ser humano de tres Auras que
simultáneamente llevamos con nosotros, que son : El Aura Mental, El
Aura Total y El Aura de Salud.
Para
la preparación de la observación de las distintas clases de Aura
durante las prácticas deberá procurarse contar a mano con
cartulinas de colores de un tamaño de unos 15 x 10 cm.: una de color
violeta, otra azul índigo, celeste, verde, amarillo, naranja y rojo.
Un juego por cada uno de los miembros de la familia o miembro del
grupo con el que deseemos trabajar. Tienen que ser estas cartulinas,
del mismo material, y del mismo tamaño. La idea es que cada uno vaya
familiarizándose con la vibración de cada color, tocando cada
cartoncito en la escala cromática por espacio de un minuto o más
con las yemas de los dedos, y luego colocándoselo en la frente
procurando “sentir” la vibración, sensación o emoción que nos
produce cada color.
Aura
Mental: Es el arco iris de colores que se
observa por encima de la cabeza, con tonos definidos como en arco o
en medias lunas por encima del cráneo y los hombros o simplemente
como nubes o manchas amorfas. Esta aura es muy variable, debido a
que está sujeta a las fluctuaciones de nuestros estados mentales,
anímicos y emocionales de la persona, los cuales suelen ser
cambiantes. Esta Aura podría cambiar significativamente de un día
para otro o de un momento a otro.
Se
puede interpretar el aura mental , como el estado mental de la
persona ; un estado que resume sus actitudes, conceptos, ideales,
preocupaciones, miedos, dudas y manera de ver la vida. Para
percibirla se ubicará a la persona sujeta a observación, parada al
frente nuestro, (como con la observación del Halo) de espaldas a una
pared o fondo claro (la persona a observarse debe procurar estar
vestida con ropas claras), en un ambiente bien iluminado.
Concentraremos entonces nuestra atención y la vista física
ligeramente por encima de la cabeza del sujeto observado. En ese
momento, con el dedo índice nos tocaremos suavemente el entrecejo.
Esto lo haremos para concentrar nuestra atención en la frente y
poder captar, ya sea con los ojos abiertos o cerrados, y en nuestra
mente, los colores del aura mental. Al cabo de veinte segundos,
relajamos la mano y mantenemos la concentración a través de la
sensación aún presente, de la yema del dedo en el entrecejo con los
ojos mirando al frente. Después de un minuto –como en el ejercicio
de la llama de la vela-, uno cierra los ojos y procura trasladar la
silueta de la persona guardada en la retina, hacia el entrecejo, y
allí procuramos “sentir” los colores alrededor de la persona.
Porque la idea es «sentir» mas que ver. Y podemos continuar
percibiendo y sintiendo con los ojos abiertos, entreabiertos o
cerrados; como nos resulte más fácil, recordando que el color más
cercano al cuerpo es el violeta, le sigue el azul, el celeste, el
verde, el amarillo, el naranja y finalmente el rojo como el mas
externo.
En
una hoja en blanco, con lápices de colores dibujaremos la silueta
de un cuerpo humano y alrededor le pintaremos los colores que
captemos. No siempre se apreciaran los colores en el orden antes
mencionado, por cuanto alguno suele destacarse mas que otro, o hay
colores que están tan sutiles, o que son imperceptibles, pudiendo
aparecer en la observación, sólo dos o tres como revueltos y en
movimiento.
El
Aura Total: Es la cúpula de protección
natural que posee el ser humano. Su tamaño abarca lo que alcanzan
nuestros brazos extendidos, pudiendo llegar a ser ésta en algunos
casos mucho mayor, pues el tamaño del Aura Total es a la vez el del
campo de influencia e irradiación de las energías que forman
nuestra esencia integral, de cuerpo, mente y espíritu.
Como
el Aura envuelve completamente la persona, suele destacarse en ella
un color en particular, que es el llamado color “envolvente” o
“predominante” , que suele definir nuestro actual estado interno.
Nuestra Aura Total tiene la forma de un huevo (forma ovalada),
ligeramente achatada en los pies y en la cabeza. Dentro del Aura los
colores pueden aparecer horizontales, verticales, oblicuos o como
manchas, cubriendo o girando por delante, encima y atrás de la
persona dependiendo de su grado de equilibrio o desequilibrio .
Cuando los colores aparecen horizontales esto podría interpretarse
como que la persona va a mantener constante su estado actual , ya
que el lado derecho del cuerpo suele relacionarse con el momento
actual de la persona, mientras que el izquierdo con su futuro
inmediato. Mas bien, cuando los colores aparecen oblicuos, podría
interpretarse esto como que hay una tendencia hacia el equilibrio o
al desequilibrio de tal o cual color. Un Aura con manchas podría
estar señalándonos caos personal.
Para
que tengamos un Aura Total sana y estable, los colores tendrían que
aparecer en sus ubicaciones correctas que corresponden a los chakras,
esto es: el color violeta a la altura de la coronilla en la cabeza;
el color azul índigo a la altura de la frente o entrecejo; el
celeste aguamarina sobre la boca y la garganta; el verde cubriendo
los hombros, el corazón y los pulmones; el amarillo ubicado en el
plexo solar, a la altura del esternón y el ombligo; el naranja en la
zona del bajo vientre y los órganos sexuales; y finalmente el rojo
a la altura del cóxis y de las caderas así como sobre las
entrepiernas. Para ser saludable y positiva el Aura Total, los
colores tendrían que lucir claros y brillantes. Pero en la realidad
normal y corriente son pocas las personas que poseen sus colores en
las ubicaciones correctas y con la claridad y brillantez que denoten
equilibrio y armonía.
Para
observar el Aura Total habremos de ubicar nuevamente el dedo índice
sobre nuestro entrecejo por veinte segundos, al cabo de lo cual,
relajamos la mano y concentraremos nuestra vista física durante un
minuto sin parpadear , calculando una cuarta o una mano sobre la
cabeza de la persona que hayamos escogido como foco de nuestra
atención. Al cabo de ese minuto cerramos los ojos y procuramos
definir la silueta de la persona ,ubicándola en el entrecejo,
tratando desde ya de sentir el color que la envuelve o destaca.
Después de un minuto, abrimos nuevamente los ojos y volvemos a
concentrar la vista física en el mismo punto, procurando sentir y
definir primero: el color envolvente o predominante, luego los
colores al interior del Aura, y su ubicación ; si son horizontales,
oblicuos o verticales, y cómo o cuales colores son . Todo detalle
del Aura lo plasmaremos en una hoja blanca con lápices de colores,
llevados a propósito que nos permitirán después, cotejar y
comparar las similitudes en las captaciones.
El
Aura de Salud: Comprende los colores que
pueden ser apreciados a través de la clarividencia en el cuerpo o
fuera de él, y que se asocian con los estado de salud o enfermedad
que afectan a la persona . Estos colores suelen asomar del cuerpo
como manchas, las mismas que no serían otra cosa que las dolencias
y enfermedades que ha tenido , tiene o tendrá en el cuerpo la
persona. En otras palabras, los males que aquejan al individuo.
La
ventaja de la percepción del aura de salud es que permite establecer
la verdadera causa por encima de los efectos de las enfermedades,
localizando el foco de concentración de los desequilibrios
energéticos. Esto permitirá al facultativo establecer una atención
precisa a la raíz del mal, sin tener que perder tiempo en
especulativos diagnósticos. Y es que hoy sabemos que antes que se
enferme el cuerpo, se enferma la mente, y antes de que se enferme la
mente se enferma el alma. Y las enfermedades del alma pueden haberse
gestado en ésta vida o en otras por actitudes inadecuadas.
El
aura de salud nos permitirá captar y distinguir posibles orígenes
en vidas anteriores de las enfermedades y hasta medir la gravedad de
las mismas. La observación de esta aura se consigue con la
práctica, la experiencia y el entrenamiento continuo, concentrando
la visión física y luego la percepción mental en un punto
determinado del cuerpo de la persona sujeta a investigación,
pudiendo ser éste punto, el plexo solar (ligeramente por encima del
ombligo) o cualquiera de los otros centros energéticos o chakras de
la persona.
Al
cabo de un momento de tener nuestra visión física concentrada sobre
la persona, podemos cerrar los ojos, (esto es optativo asi como parte
del proceso operativo ) y procuraremos concentrar la imagen en
nuestra mente, a la altura del entrecejo, percibiendo y detallando
mentalmente lo que percibimos. Al rato podremos abrir nuevamente los
ojos y seguir la observación con los ojos abiertos, pudiendo
desplazar la vista física por distintos otros puntos del cuerpo de
la persona observada, pero especialmente su plexo solar.
Como
en lo anterior , todo detalle observado lo plasmaremos en una hoja
blanca, con lápices de colores, para cotejar luego entre todos. Las
manchas blancas o amarillo brillantes suelen ser enfermedades ya
superadas (como cicatrices energéticas); manchas de color verde
señalan recuperación de enfermedades o un proceso de curación; las
manchas de color naranja, las enfermedades que se están gestando y
que en cualquier momento pueden manifestarse con fuerza; las manchas
rojas son enfermedades ya presentes que podrían llegar a acabar con
la persona; y finalmente las manchas color ladrillo, grisáceos, u
oscuras pueden ser graves enfermedades de origen karmático (deudas
de vidas anteriores).
Muchas
veces ocurre que con los ejercicios y las prácticas, basta con
cerrar los ojos para que aparezcan delante nuestro un sin fin de
colores, estos pertenecen a nuestra propia aura.
Una
práctica que se puede hacer en grupo es ubicar a todos los presentes
separados entre sí, en lo posible, un metro y medio, colocándolos
uno frente a otro . Esto con la finalidad de que con los ojos
cerrados cada uno trate de sentir su propia Aura y luego, la del
vecino que tiene detrás o delante, o a los lados. El ejercicio se
puede combinar con la visualización previa del túnel mental, al
final del cual llegamos a una habitación amplia e iluminada, donde
delante nuestro hay como un espejo de gran tamaño, con un marco de
bronce , que está cubierto por una sábana blanca, y que nosotros
al llegar a él, le retiramos la sábana, pudiendo vernos a nosotros
mismos reflejados. Esto, como una forma de concentrarnos en nosotros
mismos. Luego, la idea es sentir qué color es el que nos está
envolviendo ; cuál es el que está destacando en nuestra Aura. Este
color, es el que caracteriza éste momento de nuestra vida.
Igualmente, cuando hayamos terminado de precisar el nuestro,
procuraremos visualizar el de los compañeros más cercanos presente.
Al término del ejercicio compararemos nuestras observaciones.
FORMAS DE PENSAMIENTO
Si
nosotros nos concentramos en una persona e intentamos verle o
sentirle el aura podría llegar a darse el caso que la viéramos a
esta rodeada de múltiples colores yendo en una dirección y otra,
como dentro de un ovillo de lana multicolor, y es que de inmediato
captaríamos los tres tipos de aura de la persona, a la vez que las
formas del pensamiento que esta emitiendo. Para poder distinguir que
es una cosa de otra evitando las confusiones, uno poco a poco deberá
aprender a enfocar con la ayuda de la voluntad las diferentes capas,
llegando a distinguir qué es que.
Dentro
de la observación del aura se da frecuentemente la aparición de
manchas móviles de color, pequeñas sombras, figuras geométricas o
destellos alrededor y sobre el cuerpo. Todo esto no es otra cosa que
las llamadas formas del pensamiento, ósea , que los pensamientos
pueden adquirir colores y formas diversas, ya sean éstas, ideas
positivas o negativas,
Colores
claros y brillantes siempre suelen acompañar lo positivo, mientras
que lo negativo vendría a englobar los colores sombríos y oscuros.
Por ejemplo: una nubecita ploma a la altura de la cabeza , podría
significar tensión o angustia familiar o problemas en el trabajo.
Un destello brillante en el oído sería una inspiración musical o
una idea positiva. Un cuadrado transparente, o un rombo naranja
podría relacionarse con ideas limitadas a lo cotidiano,
preocupaciones o proyectos en el trabajo, etc.
Para
la práctica de éstas observaciones, se pedirá a la persona
voluntaria que se ha colocado delante de los demás ,que se concentre
en una idea específica la cual anota previamente sin comunicárselo
a nadie, y lo guarda dentro de un sobre. Lo que llegue a ser
observado por el resto del grupo, será precisado por los
participantes manifestándolo verbalmente o en una hoja blanca ,
donde previamente hemos dibujado una silueta humana.
Si
queremos tener la seguridad de que lo estamos observando o sintiendo
es exacto o correcto, se recomienda la presencia en el lugar de por
lo menos dos niños pequeños entre los cuatro y seis años, quienes
también intentarán hacer cada una de las captaciones. Nosotros
confrontaremos con ellos.
El
hablar delante de los niños de estos temas y el hacer los ejercicios
con ellos les dará la confianza para que no sólo no pierdan la
facultad y sensibilidad, sino que esto contribuirá a
incrementárselo. Desde ya les deberemos enseñar a ser discretos en
sus observaciones explicándoles de la ignorancia y olvido en la que
vive la mayoría.
LAS
AURAS, SUS COLORES, SUS CARACTERÍSTICAS Y PROPIEDADES
El
aura viene a ser el resplandor, vibración luminosa o radiación
surgida del cuerpo humano, cuya captación es posible por parte de
una persona sensibilizada. En otras palabras, el Aura es la
representación en colores de los aspectos cualitativos de nuestro
ser, en forma de emanación de un efluvio brillante, una envoltura
vaporosa luminosa , oviforme, que rodea el cuerpo y que está
compuesto de siete partes fundamentales, siendo la parte más alta,
más dilatada. Estas capas son los diferentes cuerpos o vehículos
que se ha elaborado el ser, para expresarse en cada uno de los
planos. Aquellas personas que no cesan en su preparación mental y
espiritual alcanzarán en su momento la estimulación clarividente
que les permita percibir, sino bien todas, algunas de las capas que
más destacan en el huevo áurico.
Reiterando
la anteriormente expuesto cuando hablamos de auras no podemos dejar
de lado el cuerpo vital o doble etérico, conformado por emanaciones
que se ven como luminosa neblina muy suave bordeando el cuerpo, con
la tonalidad clara o trasparentosa, y que es lo primero que nosotros
captamos en un ejercicio de visualización de aura. La neblina del
cuerpo aparece brillante y clara cuando la persona está descansada y
sana, mientras que se torna delgada y lechosa cuando es lo contrario.
El
doble etérico puede tener muy poco espesor, quizás menos de un
centímetro o elevarse hasta dos o tres dedos de espesor.
Cuando
se ha desarrollado lo suficiente la voluntad y la capacidad de
enfoque de nuestra mente , y por consiguiente, la visión astral o
clarividente, es posible percibir fácilmente las vibraciones del
cuerpo vital; para comprobarlo es igualmente necesario acercarse a
una persona cuyo doble etéreo se observa sano y concentrarnos en
ella, teniéndola en cuenta como un modelo o pauta .
El
cuerpo vital es el lugar donde se ubica la enfermedad, cumpliendo
labor similar a la del aura de salud.
Si
la persona atraviesa un momento de tranquilidad su halo y aura nos
ofrecerá a la percepción la apariencia de una sosegada
fosforescencia; pero si en los instantes en que es analizado el
individuo, éste se encuentra exaltado, sacudido o fuertemente
conmovido por una violenta pasión, angustia o desaliento entonces
el aura se percibe como tormentosa con colores rojos, naranjas y
amarillos (como si fuera fuego) y la sustancia astral se turba en un
remolino que se agiganta y chispea.
El
huevo áurico envuelve totalmente a la persona y normalmente tendría
el tamaño de los brazos y las manos extendidas, pero puede alcanzar
en el caso de un gran desarrollo, algo más de dos metros de altura
desde su extremo mas amplio que esta sobre la cabeza de la persona,
hasta su extremo más afilado, que se extiende por debajo de los
pies. El lado derecho del aura es el momento actual de la persona,
mientras que su lado izquierdo corresponde a su futuro inmediato, asi
si los colores son horizontales y van de derecha a izquierda no
habrán variaciones significativas en la persona, cosa muy diferente
si los colores son verticales o como manchas, porque eso nos estaría
indicando que ahora esta de una manera y después estará de otra,
ósea que cambiará significativamente.
Dentro
del seno materno el feto está rodeado por una masa carnosa que es la
placenta, que constituye algo así como una bolsa protectora de la
nueva vida humana. Fuera del vientre de la madre, la persona posee
otro tipo de envoltura, el aura: un capuchón policromo, que conocido
debidamente nos advierte así mismo que es un manto protector. Así
el aura total revela cualquier enfermedad que podamos padecer,
incluso las que están en periodo inicial, lo que nos permite
asignarle una oportuna intervención.
El
aura total, está poblada de diversos colores y tonalidades, unos
tenues y otros brillantes, estos colores cambian de intensidad según
las variaciones de la persona. Ninguna persona puede engañar a
otra en lo relativo a su aura, menos ocultarle su estado anímico;
pero el aura no sólo denota los sentimientos, emociones, y algunos
pensamientos interiores, sino que también evidencia así mismo
aquello que es constante: el temperamento.
El
color o los colores predominantes del aura expresan el grado de
adelanto o atraso espiritual de la persona. La riqueza cromática del
aura es precisamente ilimitada y en ella, el blanco evidencia el
símbolo de la perfección.
COLORES,
CARACTERISTICAS Y PROPIEDADES.
Rojo.-Es
uno de los colores del arco iris con la vibración más baja, e
igualmente es el color más cálido. En la naturaleza y el hombre ,el
rojo simboliza el fuego creador; en el aura representa los aspectos
del amor , desde lo sensual hasta lo afectivo o lo que con mayor
propiedad deberíamos definir como emociones, sentimientos, atracción
y conjugación física.
El
rojo suave es el color del amor personal abnegado y lo es también
del amor familiar. El rojo brillante es el amor puro; mientras que el
color rosa es el color del amor incondicional y en el servicio.
Un
rojo oscuro se relaciona con la pasión, mientras que un rojo sucio
(sombrío) se asocia con la fuerza y vitalidad empleados en el mal.
Un rojo de esa clase revela al sujeto desleal, con inclinaciones a
las riñas. Los criminales tienen este color.
Un
rojo como la grana subido, evidencia ira, en tanto que el escarlata
significa orgullo vano, obstinación y soberbia.
Cuando
el rojo está bordeado de amarillo brillante indica fuerzas y
vitalidad dirigida a la realización del bien. En este caso el color
señala a la persona que colabora con los demás.
Naranja.-
Es el color de la voluntad, de la creatividad, del orgullo
intelectual, del temperamento y el carácter. El naranja limpio y
suave nos revela a una persona respetuosa. Un naranja sombrío nos
indicaría a alguien despreocupado y ocioso. Un naranja rojizo con
cierta tonalidad verdosa nos representa a una persona celosa o con la
cual no se podrá razonar y es mejor evitarla. Un naranja con cierta
graduación de verde destaca a un individuo prejuicioso, poco
imaginativo.
Un
naranja brillante denota fuerza de voluntad, creatividad y poderosa
personalidad y carácter.
Amarillo.-Tercer
color que cuando aparece resplandeciente , dorado y puro es
exponente de elevado intelecto, equilibrio y conciencia espiritual.
Este color ilumina e inspira la mente.
El
amarillo matizado con destellos brillantes más o menos nítidos
revela el grado de entrega personal al servicio, sobre todo cuando
aparece en el color envolvente.
Un
amarillo naranja, denota un claro control sobre el carácter y la
conducta.
El
amarillo grisáceo denota estados mentales negativos .
El
amarillo sucio con manchas de rojo oscuro evidencia traición.
Un
amarillo sombrío denota a quienes no han progresado en el campo
moral.
Un
amarillo grisáceo muestra a los tímidos; y si es rojizo opaco o
naranja opaco, denota a los cobardes.
En
las mezclas cromáticas la interpretación deberá tomar en cuenta el
significado de cada uno de los colores componentes, su claridad, así
como también lo que nos dice la intuición al hacer la observación.
Verde.-
El verde ocupa el segmento central del
espectro apreciable por el ojo físico, generalmente la zona media
del huevo áurico. Este color que refleja la esperanza y la
honestidad, destaca en las personas cuya profesión o misión es “la
Vida” o “la Salud”, y que están en permanente y directo
servicio al prójimo o a la naturaleza. Es el caso de los médicos
que liberan a las personas de sus enfermedades, o colaboran en el
nacimiento o asisten en la muerte; es el color de los veterinarios,
que velan por la salud de los animales; de los biólogos que
redescubren los aspectos de la vida cada día; de los terapeutas que
guían a la gente a amar la vida a través de la autocuración; o
los jardineros que se preocupan por la belleza y vitalidad de las
plantas, etc.
El
verde prevalece en los armonizadores y pacificadores del mundo. El
verde es como dijimos: esperanza , honestidad, salud, sanación,
estabilidad, tranquilidad, generosidad, verdad, y entrega amorosa a
la obtención del conocimiento. Por ello se halla en el medio del
aura, y a la altura del corazón y los pulmones..
La
acción del verde entibia la sangre y templa los nervios. El verde
es el color del reino de la naturaleza. El verde claro lo irradia
una persona con simpatía y comprensión. Mientras que el verde con
tonalidades oscuras nos muestra a aquel que inspira desconfianza.
El
verde tamizado de azul eléctrico muestra al ser responsable; pero sí
el verde es fuertemente sombrío, se erige ante nosotros alguien
egoísta y envidioso.
El
verde rojizo significa sospechas y también celos. Pero en general
el verde es un color ideal saludable y de equilibrio.
El
Celeste.- Es el color que ubicamos a la
altura de la garganta, y se relaciona con el poder de la palabra y la
magia del verbo. Es el color de los comunicadores , y de aquellos que
inspiran confianza en los demás con la palabra precisa y el consejo
oportuno. Este color en sus tonos grises y oscuros denotaría
mentira, falsedad señalando a los embaucadores.
Azul.-El
azul es uno de los cuerpos primarios y eléctricos. Un azul limpio y
claro manifiesta una elevada espiritualidad. Un azul tamizado de
violeta o de morado, nos hace reconocer el sublime idealismo o
religiosidad. Un azul con pinceladas grises se presenta cuando los
sentimientos y las inclinaciones religiosas están afectadas por los
temores. El azul con sombras son las creencias ensombrecidas. Si el
toque oscuro sobre el azul es mayor, las creencias son retorcidas por
el fanatismo y en algunas ocasiones por el odio.
El
Azul Índigo o Marino se trata en realidad de un azul muy profundo
que revela la devoción religiosa, generosa y sacrificada. El índigo
expresa, así mismo la orientación espiritual de la conciencia hacia
lo divino.
Violeta.-
Es el último color de la banda irisada. El idealismo
espiritualizado refleja ese color. Es la devoción , la fe y la
mística. Denota la capacidad de transformarse y transformar cuanto
nos rodea. Es el color de los magos y alquimistas.
Entre
las vibraciones del violeta debemos tener en cuenta el orquídea, el
lila, el púrpura y el morado.
El
orquídea simboliza la entrega de la vida al amor de Dios. El lila
representa el altruismo. El púrpura es una combinación de las
cualidades anímicas que simbolizan el azul y el morado. En él
mundo físico el púrpura es de un color orquídea morado que no
despierta la admiración sino de muy pocas personas, pero astralmente
manifiesta contemplación y renunciación.
El
violeta suave podría significar el amor maternal en la abnegación
que todo lo entrega en una generosidad sin límites y que puede
inmolarse a si misma. La ubicación áurica del violeta y sus
variaciones es casi siempre muy próxima a la cabeza del individuo.
El
violeta es en general magnético, y quién lo posee es comúnmente
atractivo y seguido por los demás. El violeta y sus variaciones
apaciguan los ánimos, detienen las exaltaciones calman los nervios y
simbolizan una alta serenidad.
Cuando
los colores se hinchan y se irregularizan en sus contornos, muestran
a su poseedor como una persona incapaz de controlarse a si misma.
Café.-
Es propio de las personas materialistas muy apegadas a las cosas
terrenas, el café es el color de la tierra. Pero si éste mismo
color café o marrón es claro y brillante es símbolo de humildad y
sencillez.
Gris.-
Es un color neutro pero modifica los colores del aura. Cuando el gris
aparece sobre los otros colores, en forma de bandas o capas tenues,
acusa a las personas débiles de salud, y tímidos de carácter. Un
velo muy tenue de gris sobre otro color puede significar melancolía
o negatividad. Pero el gris brillante puede estar señalando una
persona receptiva, intuitiva, buen canal de energías y mensajes de
entidades superiores.
Encima
de una octava cromática hayamos otra compuesta siempre por colores
muy suaves y delicados. Por ejemplo, tenemos que el rosa corresponde
a una octava de vibraciones más altas que aquella de los colores
de la banda del iris.
Blanco.-
Es el color de la pureza , suele relacionarse con la perfección y
representa la más alta espiritualidad en el camino del espiritual.
El blanco aparece cuando los demás colores están en armonía.
Resulta
en realidad difícil leer el aura con seguridad y completa exactitud
sino se usa la intuición, la imaginación y la inteligencia, para no
sólo sentir su significado sino tener el cuenta el conocimiento de
la que debería ser la ubicación ideal de los colores, así como
también jugar con la asociación de ideas. Es entonces complicado
hasta que uno le agarra el truco, y esto ocurre porque los colores
en el aura aparecen mezclados en múltiples combinaciones, y así
con el ejercicio de nuestra voluntad y capacidad de enfoque, podremos
precisar qué estamos viendo, si es el Aura Mental, el Total o la de
Salud; si son formas del pensamiento o qué..
Es
de gran importancia para la percepción del aura, la respiración
profunda y la relajación que mantenga el que observa y el que es
observado.
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